Se pone a escribir komo loko en su libreta*Salvación
Creo que mis ojos aun siguen abiertos,
que mi sueño esta presente,
parece que aun sigo en pie,
puedo ver mis manos, puedo sentirlas…
... Sentirlas llenas bañadas en sangre,
veo mi corazón en mis manos aun latiendo aun sintiendo,
sintiendo el odio que emana de el,
late desesperado, vuelvo a guardarlo,
levanto el vuelo desde mi torre de mi templo,
salgo en búsqueda de otro ángel,
para limpiarme de este odio…
… no encuentro nada.
Solo mi saliva cesa mi sed,
solo mi saliva propia,
me salva de blasfemar.
Fue cuando sentí la soledad de odiar,
fue cuando vi resucitar al demonio interno
proseguido por el miedo, miedo de volver a volar,
de volver a odiar,, miedo,
miedo de escuchar el llanto que desgarraba el aire,
aire que yo respiro,
aire que yo vivo al ver estremecerse mis alas
al sentir odiar, al no poderme salvar.
Quisiera desgarrar el cielo en busca de mi dios
y orar antes de llorar,
antes de volar, quiero ver a mi dios
antes de llegar a las brasas que queman si sentir,
llamas de mi odio y miedo;
llamo a mi ángel capaz de salvarme capaz de amarme,
en luz y oscuridad, en brillo y sombras en noche y día…
… vuelvo a mi torre, vuelvo a mi templo,
tomo mi espada mi sangre y parto el cielo,
para verle la cara mis dos demonios internos,
y regresarlos por donde vinieron: mi mente…
regresan a ella, envueltos en dolor, y mi desesperación cesa,
mi ángel vuelve, la calma vuelve, soy…
soy un ángel de nuevo capaz de amar y volar; un ángel con interior luminoso y obscuras entrañas.