|
|
|
|
|
|
Posted: Sun Jun 01, 2008 8:37 pm
|
|
|
|
Hola a todos no soy un escritor profesional, pero me gusta mucho la fantasía tanto como cuando se mezcla en la realidad.
Hablar de la verdad es tan variable de una mente a otra que uno puede hablar de un suceso fantastico que solo ati te ha pasado, y un poco o nadie lo considera mas que tienes una gran imaginación.
Bueno este tema de que se trata, imaginense de que todo pasara en este mundo o imaginense una persona que cree que le pasa de todo en este mundo, y aunque pudiera contarlo posiblemente la gente comentaria lo que dije arriba: "que buena imaginación tienes" o que esa persona se lo diga a si misma, por lo que su ultima salida seria su gran y fantastico diario que puede decir las cosas tal como las vio o poner sus sentimientos en el y un poco mas de imaginación...
Bueno como ya me hice bolas por dejar el mensaje pendiente... entonces... ok, explico que voy a hacer rofl rofl rofl ...
Como soy un chavo que escribe lo que se le ocurre en la marcha, cada post que haga intentare poner una historia inventada llena de fantasia, aveces magia, y sueños...
Como todavia no aprendo a modificar mis historias con la marcha, agradecere mucho los comentarios y sugerencias sobre la historia y si algo le falto a la historia pues asi quedara los ya que esten escritos pero me podra servir para las nuevas historias.
Otra cosa, si quieren tambien agregar su pequeño cuento en el Diario de un(a) Soñador(a), pueden hacerlo... xD xD xD... bueno, entonces, empiezo en el siguiente post...
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Posted: Mon Jun 16, 2008 1:33 am
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Posted: Tue Jun 17, 2008 8:10 am
|
|
|
|
|
|
|
Posted: Tue Jun 17, 2008 9:06 am
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Posted: Wed Jun 18, 2008 9:52 pm
|
|
|
|
|
|
|
Posted: Sat Jul 12, 2008 8:59 pm
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Posted: Mon Jul 14, 2008 3:05 am
|
|
|
|
Nápoles, 13 de Febrero del año de Nuestro Señor 1716
Querido Giacommo:
Esta mañana he despertado con grave agitación luego del inusual sueño que ocupara mi abrumada mente durante la noche. Ayer, cuando regresaba de finalmente de mi viaje, he sido recibido con toda la pompa que mi patrono el Príncipe ha podido preparar. Los festejos se prolongaron, como es usual, hasta muy tarde, y esto más mi viaje me terminaron por dejar sumamente agotado.
No comprendo las visiones que me asaltaron en la noche. He visto en mis sueños una gran llama bajando desde el cielo nocturno, y de esta llama ha surgido un ave magnífica que se posó en mi brazo primero, y luego fue a meterse a la vasija de porcelana que recibí de aquél extraño alquimista hace años. ¿Crees que se pueda tratar de algún demonio que venga por mi alma?
Pero lo que he visto luego es aún más desconcertante. No os andaré con rodeos, Giacommo: he soñado mi propia muerte. ¡Mi muerte, por todos los santos! Y no es todo. He debido asistir a mi propio funeral, y aparte de vuestra figura y la del sacerdote, no he visto a nadie más. ¿Dónde había quedado toda la pompa y los halagos de su majestad y los otros cortesanos? Recuerda esto, querido sobrino, cuando vayas a pedir la mano de vuestra enamorada en Padua.
El sueño que he tenido me produce una especial clase de angustia porque os incluye a vos, mi estimado Giacommo. Hace ya tiempo que he dejado de asistir a la santa misa, pero como vos sí sois un fiel devoto de Nuestro Salvador, creo que no está de más pediros que oréis por mi alma, y si algo llegara a pasarme en los próximos días, sabréis que se ha cumplido la segunda parte de este extraño augurio.
Oraré por vos y porque el cielo perdone mis pecados.
Vuestro tío, L. Picolitrosso
Nápoles, 15 de Febrero del año de Nuestro Señor 1716
Al caballero Don Giacommo:
Lamentamos informarle de la muerte prematura de su estimado tío, Don Luiggi P., en circunstancias aún no aclaradas por completo. La mansión de Don Luiggi fue consumida por un voraz incendio el día de ayer por la noche, y aunque vuestro tío logró escapar a las llamas, falleció minutos más tarde. Sus últimas palabras fueron para que os enviásemos esta misiva y el paquete adjunto. En él hallaréis el objeto que el caballero Picolitrosso tenía en sus manos a la hora de su deceso: una urna de porcelana llena de cenizas. Le rogamos su presencia inmediata a fin de finiquitar algunos asuntos legales relativos a su familiar.
Hno. Claudio Visconti, abadía de Santa Clara
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|