LA POSADA DE LA LUNA (ROL MEDIEVAL)

[sir godofredo]

El anciano quedó perplejo, pero las explicaciones eran más que suficientes. Sirvió un poco de té a todos, y ofreció algunas cuantas viandas más, en espera del último miembro de su grupo que se atrevía a viajar al Bosque y luego a Lahar.

Durante esa espera, a la ventana de la cocina se asomó un halcón de la raza peregrino, e insistentemente comenzó a golpear el vidrio con su pico. Sir Godofredo lo reconoció de inmediato y abrió para dejarle entrar. El animal llevaba un diminuto rollo atado a su pata izquierda, que el anciano desató y leyó con cuidado. Con su rostro algo más serio que antes, metió el rollo en un bolsillo y sin decir una palabra fue a darle agua y alimento al ave.

Al final se limitó a decir: "¿Pero dónde se habrá metido el caballero? Está pronto a despuntar el alba."  

[LennaSuace]

"Dispensad a mi sobrino" repuso el Operio "Mucho me temo que su viejo vicio de no madrugar sigue siendo un defecto. Permitidme ir a despertarlo". Dicho esto tomó de su pecho a Igle y le susurró algo al oído y la despidió.

Todos en la cocina se quedaron mirándose unos a otros sin comprender qué se proponía el Operio, quien tranquilamente siguió comiendo. Momentos después, se escucharon fuertes golpes en la puerta de la habitación del Caballero y la voz del Operio que resonaba fuertemente: "¡Levantaos ya, Nielsen! ¿¿Cómo es posible que tantos años después, y a vuestra edad, tenga que seguiros despertando??"

Lenn no pudo contener una carcajada, cosa que pareció agradar al Operio. "Por cierto, señores. Me temo que he cometido una falta para con vosotros al no presentarme. La Orden lo impide salvo casos especiales, y éste es uno de ellos" sacudió una migas de su camisa, dió unos pasos atrás y se puso firme:"Soy Alein de Monac, Segundo General de la Armada de Tierra de la Orden de los Operios"  

[JKLmaster]

Tras escuchar el grito, el caballero salio de su habitación y bajo con los demas, bajo vistiendo su armadura y su capucha, listo para realizar un largo viaje.

"estaba arreglandome, ademas de la sorpresa y el tiempo que me tome adicional por que alguien se atrevio a arruinarme la apariencia" diciendo eso miro maliciosamente al silverino.

Luego se sento para desayunar sin mencionar mas palabras.  

[LennaSuace]

El Silverino saltó al hombro de Nielsen y se acomodó: "Debéis darme crédito por no haber querido despertaros tan temprano"

Lenn volvió a ver a Sir Godofredo, quien seguía como abstraído.  

[sir godofredo]

Sir Godofredo le dió los buenos días al caballero, y una vez estuvieron todos listos para el viaje, se colocó su capa, tomó su bastón de caminar, se echó el morral al hombro y les dijo:

"Buena es la hora en que sale el sol para emprender nuevas aventuras y comenzar largos viajes, y mejor es el auspicio de las aves que oís en la distancia: el bosque nos llama a penetrar en él nuevamente. ¡Vamos pues! Y no olvidéis que de nuestra velocidad y sigilo depende el éxito.

Como el camino será largo, debemos todos cargar con suficientes provisiones. Podéis tomar lo que consideréis aconsejable de estas alacenas. Luego tomaremos nuestros caballos que en el establo aguardan impacientes -Dahlia los ha preparado ya para nosotros-.

Si alguien desea retractarse, este es el momento. Si no, entonces demos marcha y que nuestra misión sea del agrado de los Dioses."

A Lenna y Nielsen les parecía como si el anciano, una vez más, hubiese rejuvenecido algunos pocos años...  

[LennaSuace]

En el establo de la posada estaban dispuestos cuatro caballos: uno color negro, uno color blanco, uno color cobre y otro color plata.

Lenn saltó al de color blanco, mientras que el Operio tomaba las riendas del color cobre. La joven notó una leve sonrisa en Sir Godofredo al ver las elecciones de ambos. El Caballero tomó el caballo color negro, dejando al caballo de plata - que se veía muy noble - a Sir Godofredo.

Igle, el águila de Alein, regresó muy contento a su dueño. Éste la tomó y volvió a susurrar algo a su oído para despedirlo momentos después. Luego se volvió a Sir Godofredo: "El Rey de Vesper será avisado del peligro que Lahar ahora representa. Le he recomendado cautela en sus acciones para no despertar sospechas, es muy probable que hayan infiltrados de Lahar en Vesper".  

[JKLmaster]

Luego de montar el caballo negro y fijando su vista hacia su destino el caballero le responde a su tio: "No es muy probable, es un hecho, hay espías de Lahar en Vesper como hay de Vesper en Lahar y muy bien deberias de saberlo tio, el accidente de hace unos años fue debido a eso o ya no lo recuerdas. Y si crees que ha causa de eso la situación cambio es que resultas ser mas crédulo de lo que yo soy."  

[LennaSuace]

JKLmaster

Luego de montar el caballo negro y fijando su vista hacia su destino el caballero le responde a su tio: "No es muy probable, es un hecho, hay espías de Lahar en Vesper como hay de Vesper en Lahar y muy bien deberias de saberlo tio, el accidente de hace unos años fue debido a eso o ya no lo recuerdas. Y si crees que ha causa de eso la situación cambio es que resultas ser mas crédulo de lo que yo soy."

El Operio replicó con severidad: "No me tomes por ingenuo, Nielsen, y tampoco me hables con ese tono, que la educación que recibiste en el seno familiar iba encaminada a que respetaras a tus prójimos.

Estoy seguro que todos saben que mantenemos, y con razón, vigilado a Lahar. Y sabemos que en Vesper tenemos espías de esa área, lo que no sabemos es qué tan cerca del Rey están.

Sir Godofredo, estamos listos para partir"

Alein aplicó las riendas para reunirse con los demás. Lenn se sintió apenada por la escena familiar y deseó que el viaje sirviera para unir al tío y al sobrino.  

[sir godofredo]

¡Oh, la juventud! Sir Godofredo recordaba bien aquellos años en que él mismo había sido impetuoso y testarudo -todavía lo era, aunque ya no tanto-. En cuanto a Nielsen y Lenna, se preguntaba qué les depararían los muchos años que tenían todavía por delante, y abrigaba la esperanza de que el viaje que ese día iniciaban no fuese a terminar en tragedia para ninguno de ellos.

Con mirada condescendiente les dijo: "Caballeros, Lenna, los caballos que hemos elegido cada uno serán más que nuestras monturas para el viaje: ellos os avisarán de peligros antes que nuestros propios sentidos los preciban, y os serán fieles aunque deban dar la vida por ello. ¡Cuidadles mucho!"

En ese momento Dahlia, la dama elfa, y Lady Adila, la trovadora, acompañadas por el joven Galen, salieron a desperdirlos. Dahlia les entregó a cada uno un saquito de tela lleno de hierbas olorosas, con instrucciones de abrirlos sólamente cuando no tuvieren alimento alguno para saciarse. En cuanto a Lady Adila, recitó para todos ellos un antiguo poema de su tierra, y al terminar todos sintieron como si un peso se les hubiere quitado del pecho. "Es para que no olvidéis el camino a casa, os servirá de protección." Les dijo sobre el conjuro. Galen se limitó a abrir las puertas del corral para que los cuatro jinetes pudiesen salir al bosque.  

[LennaSuace]

De alguna manera Lenn supo que su caballo respondía al nombre de Zin. Podía sentir la emoción del noble animal al salir del establo y encontrarse de lleno con la luz del sol. Ella compartía ese sentir. Al cabo, escuchó la voz de Alein: "¡Detengámonos un momento, Nutt! ¿Por qué parte entraremos al Bosque, Sir Godofredo?"

Al fondo, se escuchó un chillido de júbilo proveniente del Silverino, quien, con seguridad, veía por primera vez un caballo en vivo y en directo.  

[sir godofredo]

"Bueno, como podéis ver" respondió el Anciano, "nos dirigimos hacia el oeste, que es la región del Cuarto Menguante del bosque. Esta región está llena de ríos, riachuelos y hondonadas, además de uno que otro pantano y ciénaga. Si profundizamos demasiado en ella, podríamos atrasarnos mucho en el viaje. Así que si aceptáis mi consejo, recomiendo bordear esa zona por completo, cabalgando ya sea hacia el norte -cerca de Lahar- o el sur -cerca de Vesper-. Vosotros decidid cuál os parece mejor." El anciano los estaba probando, pero no iba a decirles.

Mientras tanto, aprovechó la pausa para dar a mordisquear una zanahoria fresca a su yegua, Rimm, la cual agradeció visiblemente el gesto de su jinete.  

[LennaSuace]

Alein quedón pensativo un momento. Al fin habló: "Nuestra meta es obtener la mayor información posible del fenómeno que se está dando con miras a entrar a Lahar. Soy de la opinión que vayamos por el lado norte. Una vez hayamos logrado nuestro cometido, seguimos el camino a Vesper para ultimar detalles y reunir fuerzas para hacer frente al batallón de Lahar".

Lenn asintió aprobando lo que el Operio había dicho.  

[sir godofredo]

Sir Godofredo asintió también, pero su mirada estaba un tanto sombría. El anciano sabía que de ir por el norte encontrarían gran cantidad de seres oscuros, y que ante tal opción deberían luchar continuamente por sobrevivir. Por el sur, en cambio, los ejércitos vesperianos habían mermado la cantidad de enemigos en el área: su viaje habría sido más fácil, pero el destino estaba echado. ¿Quién sabe? Tal vez era necesario para su misión que se enfrentaran cuanto antes a los seres oscuros de Lahar...

Puesto que no hubo objeciones, al poco tiempo se dirigían ya los cuatro jinetes hacia el noroeste, y habiendo penetrado en una región del bosque poco tupida y llena de luz y aromas, el viaje hacia Lahar dio comienzo.

Las horas fueron pasando una a una, y aunque en el camino se encontraron en numerosas ocasiones con seres del bosque -hadas y gnomos principalmente-, Sir Godofredo se limitó a saludarles con la mano y no reparó en detener la marcha ni por un momento. Los habitantes de esta zona le conocían bien, pero la misión no podía retrasarse. Al mediodía se detuvieron a descansar y alimentarse, pero el viaje debía continuar y pronto montaron nuevamente. No fue sino hasta la noche que pudieron tener un descanso verdadero, luego de detenerse junto a una gran roca en la cima de una colina. Ahí levantaron campamento mientras las primeras estrellas comenzaban a asomar por el horizonte.

El viento, como la noche anterior, comenzaba ya a soplar con mayor fuerza, trayendo con sigo un frío invernal fuera de temporada...  

[LennaSuace]

El Operio y Lenn hiciero guardia en el primer turno. La noche transcurría bastante tranquila. En susurros, los dos intercambiaban historias para no caer dormidos hasta que percibieron algo. Lenn fue la primera en darse cuenta: un sonido grave que por momentos parecía acercarse y por momentos alejarse, mantenía la frecuencia en el espacio.

Lenn aguzó sus sentidos, cosa que después lamentó. Repentinamente sintió que en su cabeza estaba ese rumor que se hacía insoportable. Alein dió una voz a Sir Godofredo para que se les uniera, mientras examinaba a Lenn. Tomó su cabeza y apoyó su frente en la de ella. Al cabo se separó de ella y dijo: "Son espíritus del sonido los que nos rodean. Uno ha entrado en su cabeza".  

[sir godofredo]

"Vamos Lenn, tararea una canción lo más fuerte que puedas. Debes dejar de escuchar al espíritu cuanto antes!"

El anciano sólo conocía algunos trucos contra los seres, pero intentaría hacer lo posible para que no fuera más grave la cosa. Se puso pues un par de tapones improvisados hechos de pequeños retazos de tela de su capa, y comenzó, él también, a tararear una canción para evitar escuchar a los molestos espíritus.

Con señas le indicó al silverino y su amo que hicieran lo mismo. A pesar de todo, los invisibles seres se acercaban cada vez más, y pronto estuvieron todos rodeados de un coro de diminutas voces que intentaban penetrar en sus cabezas...