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"Salvando al Mundo Contra el Aburrimiento" 

Tags: choperu, musica, anime, arts, español 

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Mini Saga: Aerin y el conocimiento del mundo.(Cross)

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Yue Koh

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PostPosted: Fri Sep 30, 2011 4:29 pm
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Aerin y el conocimiento del mundo.

Aquí se encontrará la mini saga de mi personaje del role Cross.

Puede leer sobre mi personaje y los otros aquí.



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PostPosted: Fri Sep 30, 2011 5:35 pm
En realidad no habría podido decir con certeza, cuantas horas o días pasaron.Aquella noción de tiempo que había tenido ataño se había desvanecido luego de aquel incidente con el hombre que la había enviado a aquel lugar.Ya llevaba allí sin embargo un tiempo que se le había hecho eterno, nunca había sentido la soledad tan cruda, como en ese lugar. Aún no conocía a nadie, y aunque lo hiciera a la gente de Frietz no le interesaba tener amigos, les interesaban sólo dos cosas: Los libros y leer.Y aún ella que la cosa de la más disfrutaba era leer, no podía tolerar aquella soledad, se dedicaba a leer día y noche y eso la complacía por que sus conociemientos se habían ampleado de una manera inimaginable, pero aquel vacío que dejaba la falta de interacción se hacía más grande día con día.Ella hasta entonces sabía que leer era una actividad individual, sin embargo cada vez deseaba más que se tratara de algo colectivo.Suspiró para sus adentros mientras cerraba el libro que acababa de terminar.


El día que se despertó creyó que sería una pesadilla.Ella pensaba que todos aquellos temores de la infancia y más tarde la juventud se juntarían allí para dar paso a una gran pesadilla común.
Sin embargo cuando lentamente abrió los ojos y se topó con la clara luz del sol, que bañaba su rostro y cuerpo, y al mismo tiempo el zacate se movía por debajo suyo, comprendió que no sería así.Sin embargo no esperaba encontrarse nada placentero en aquel lugar ajeno a su conocimineto.
Se levanto a duras penas y caminó, caminó cuanto pudo, mirando de vez en vez alrededor para inspeccionar todos los pequeños detalles y las hermosas edificaciones de aquel lugar, sin embargo eran edificaciones semidestruidas, o al menos olvidados, en las cuales el paso de los años había hecho su trabajo desgastando el material.
Parecía un pueblo fantasma, solo se apreciaba el rumor del viento que movía las hojas a su paso, y nada más.Sin embargo se sentía esa constante sensación de ser perseguido, y observado.Aquella sensación que nos hace sentir una paranoia constante, teniendo que volvernos cada cinco segundos...cada tres....cada dos, solamente para encontrar que no hay absolutamente nada tras nosotros.
Con aquella sensación caminaba la sacerdotisa, acababa de perder a sus amigos, aquellos que, por elección propia, habían llegado a ser casi su familia.A todos...los había perdido a todos.
Una tenue luz (y no proveniente del sol) la cegó por un momento, supó que esa era la oportunidad, la señal.Su deber era seguir aquella luz, acción que realizó al instante.Se echó a correr, el traje de sacerdotisa le incomodaba tanto como para retrazarla un poco, pero no lo suficiente como para querer deshacerse de él.Había llegado frente a una puerta, no cualquiera, sino una puerta de una biblioteca y cuando se había dispuesto a abrirla, fue entonces, cuando se había dado cuenta de que aquella ciudad no era fantasma y que los múltiples ojos que la seguían a lo largo del trayecto, no habían sido producto de una paranoia suya.Habían sido reales, ahí estaban, algunos escondidos, otros no tanto.No eran demasiados...en realidad eran muy pocos, mirándola con curiosidad y miedo.Claro, como sucedía siempre que un extrangero llegaba a lugares en los cuales no contaban con cambios constantes.
La sacerdotisa les hizo frente con un rostro desafiente, pero serio como solía mantenerlo siempre "¿Quienes sois?" preguntó la muchacha.Sin embargo las personas sólo se revolvieron en orden, como hormigas y volvieron a sus lugares oscuros, a leer, como hacían todos en ese lugar...sólo leer.Se encontraba en Frietz, el lugar con la biblioteca más grande del mundo.

Ahora ya habían pasado días, semanas...y seguía allí atrapada, en realidad al principio le había resultado confortante. Y a menudo se alegraba de tener aquella maravillosa oportunidad, pero ese, era uno de esos días donde la soledad acosa.Aerin tomó aquel curioso peluche que parecía tener vida propia, se había convertido en su única compañía, eso y su gato negro Dragón, quien a veces correteaba por el lugar y a veces se quedaba quieto, muy quieto observandola.Eran suficiente compañía la mayoría de las tardes pero de ven en cuando echaba de menos a sus compañeros...

Se levantó para tomar otro libro, pero su atención se vio tomada por un curiosos libro de portada negra con relieve, estaba el solo en un estante que parecía estar lleno de polvo, ella se acercó y estuvo a punto de tomarlo "¡NO TOCAR!" gritó uno de los encargados, seres desagradables que habían perdido gran parte de su humanidad al olvidar como convivir en sociedad, además hacían papel de santa inquisición y escogían unos cuantos libros que decían 'era prohibido leer'.Ella asintió, esperó que se alejara y una vez estando lejos aquel ser,la sacerdotisa leyó:

"Hubo un país hace mil años, una vez,
que andaba mal porque no había qué comer.
Entonces vinieron profetas a enseñar,
con muchos libros que había que estudiar.
Todo se leyó, todo se aprendió
del sueño que había en los libros,
palabra a palabra.
Las herramientas fueron olvidadas
por la fantasía.
Pero después-"


En ese momento volvió aquel tipo y la golpeo en la mano haciendola soltar el libro, el rápidamente lo tomó y lo pusó en su lugar "¡Largo!" gritó.
Aerin asustada y en extremo molesta,se movió rápidamente para salir del lugar, era bastante de leer,era hora de entrenar el cuerpo como hacía diariamiente.Ya descubriría el secreto luego, lo haría sin duda.Se fue con aquel pensamiento en la cabeza
 

Yue Koh

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Yue Koh

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PostPosted: Sat Oct 01, 2011 8:14 am
La sacerdotisa se deleitaba practicando con los clones que reflejaba su cruz.No lo disfrutaba tanto como leer, pero sí era muy placentero.En especial desde que su cuerpo se hubiera adaptado para la lucha con aquel extraño veneno.La chica ya casi no recordaba como era el dolo físico, a veces sentía arratonamiento, o quizás alguna molestia, a veces incluso sentía un agudo dolor por unos cuantos minutos o segundos, pero enseguida se iba.Su resistencia había aumentado demasiado.
También su sentido de la dirección ahora podía decir con precisión exacta donde estaba el norte, el oeste, el este y sur.Sin mencionar que su rápidez había aumentado impresionantemente.Pero más que su rápidez ahora su agilidad era inigualable. Para entrenar su agilidad a veces le pedía a Dragón que corriera, y ella lo seguía, siendo este un gato a veces resultaba dificultoso alcanzarlo, pero con el tiempo lo había logrado, subiendose a los árboles o agachandose por lugares pequeños de ser necesario.
Estaba muy contenta con los resultados pues ahora hubiera podido hacerle frente a cualquiera, en un combate cuerpo a cuerpo, de hecho a veces añoraba a William, para pedirle que entrenara con ella sin cruces, ya que él era el luchador cuerpo a cuerpo.

Una vez entrenado el cuerpo empezaba con las armas, le encantaban las dagas y la espada corta, las espadas largas las practicaba en técnica pero a veces tenía problemas, inento imitar el revolver de Zero, pero era pésima con eso.Y aunque mejoró algo en comparación a la primera vez que lo intento, decidió que si debía actuar alarga distancia, haría que su cruz tomará forma de arco.Con este si era más buena, ya que invocaba al espíritu del aire, que guiaba sus flechas, sabía que era como trampa, pero serviría de ser necesario.Con el martillo, como el de James era mala tambien, además no era un arma que le llamará la atención, lo intento un par de veces, pero decidió dedicarse a algo más.Por último con báculos, usaba el pequeño báculo de sacerdotisa que poseía, este le daba una gran ventaja ya que estaba cargado de magia.

La parte de practicar con armas no duraba tanto, y luego venía la pelea espiritual, era allí donde sus clones se descontrolaban, y se volvían fieros y ella tendría que utilizar todos sus recursos.Había aprendido muchísimos útiles, uno que le gustaba en particular, era usar los espíritus sagrados, entoces varias luces la rodiarían y los usaba en batalla.No hay que confundirse, no se trataban de almas como haría un nigromante.Eran algo similar a espiritus de la naturaleza, que como sacerdotisa le era permitido llamarlos.El aire y el agua solían obedecerla un poco si invocaba estos espíritus, pero el gasto de energía era grande, por lo que lo dejaba como último recurso.Tambien sabía ahora como imitar, con menor potencia, algunos ataques especiales.No podía imitar cosas como liberar el sello de Axis, pero si algunos de los ataques menores.

Se detuvo luego de practicar por horas, en esa ciudad no habían espejos, pero se miró en el reflejo de un lago (siempre le gustaba practicar cerca de lagos.) Había pasado poco tiempo, pero estaba diferente, había crecido, aunque fuera de ese crecimiento que surge por la necesidad.Lanzó un suspiro.Aquel peluche de un compañero caído en batalla (Argeil), parecía haberse sentado a la sombra de un árbol y la observaba, al igual que su pequeño gato negro, que ya no era tan pequeño, de hecho para ser un gato había crecido más de la cuenta, aunque a veces seguía actuando como un cachorro.

Se acercó a ambos, tomo el peluche mientras le contaba un par de cosas, ella parecía creer que le respondía, por que hacía pausas y seguía hablandole.Mientras el gatito, caminaba tras de ella.

Sus pensamientos se desviaron una vez más para recordar a sus compañeros perdidos. Pensó en como se encontrarían, en donde estarían.Se arrepentía de que los últimos días que había pasado con ellos casi no les había hablado ni tratado con ellos, se arrepentía de haber despreciado la ayuda de Alejandro, y de casi no haber hablado con Mia. Se arrepentía más que nada que nunca aclaró las cosas con Zero, jamás le preguntó por que aquella noche en que ella había estado hablando con Yakumo el la había visto de aquella manera y no le había dirigido palabra. Tambien guardaba la carta que probablemente el no había planeado darle, y había sido una travesura más de la pequeña lobita.La guardaba por que le recordaba a él, al resto...Suspiró para sus adentros, ya nada de eso tenía importancia. Ahora no estaban y sólo quedaba el recuerdo de los bueno y malos tiempos que tuvó alguna vez con cada uno de ellos.
Sin embargo esos recuerdos significaban mucho y se aferraba a ellos, como se aferraría un niño asustado a la pierna de su madre.Teía que ser más fuerte, regresar, buscarlos. Pero mientras no fuera lo suficientemente fuerte sería una carga para sus amigos, no conseguiría nada. Además allí en Frietz, era casi imposible encontrar la salida, la bilbioteca llamaba constantemente, y a sus habitantes no les gustaba que alguien que entrará salierá, pues esto quería decir que divulgaría el conocimiento.
No solía ser así, Frietz solía acoger a todos, y brindarles a todos el conocimiento, pero con el tiempo se fueron cerrando más y más.El conocimiento no debía negarsele a nadie...pero desde que el actual gobernante había llegado al poder esto se había hecho definitivo.
La chica a veces creía que ni siquiera leían por placer, como debía ser, sino por el simple hecho de que leer era deber. No se interpretaban los textos, todo se tomaba literal. La gente leía, pero no leía realmente solo pronunciaban en sus cabezas las letras, pero no leían los textos, no descifraban el texto, carecían de esa habilidad.
Recordó uno de los textos que ella misma leyó:

"¡Ser, o no ser, es la cuestión!—¿Qué debe
más dignamente optar el alma noble
entre sufrir de la fortuna impía
el porfiador rigor, o rebelarse
contra un mar de desdichas, y afrontándolo
desaparecer con ellas?
Morir, dormir, no despertar más nunca,
poder decir todo acabó; en un sueño
sepultar para siempre los dolores
del corazón, los mil y mil quebrantos
que heredó nuestra carne, ¡quién no ansiara
concluir así! Morir... quedar dormidos...
Dormir... tal vez soñar!—¡Ay! allí hay algo
que detiene al mejor. Cuando del mundo
no percibamos ni un rumor, ¡qué sueños
vendrán en ese sueño de la muerte!
Eso es, eso es lo que hace el infortunio
planta de larga vida. ¿Quién querría
sufrir del tiempo el implacable azote,
del fuerte la injusticia, del soberbio
el áspero desdén, las amarguras
del amor despreciado, las demoras
de la ley, del empleado la insolencia,
la hostilidad que los mezquinos juran
al mérito pacífico, pudiendo
de tanto mal librarse él mismo, alzando
una punta de acero? ¿quién querría
seguir cargando en la cansada vida
su fardo abrumador?... Pero hay espanto
¡allá del otro lado de la tumba!
La muerte, aquel país que todavía
está por descubrirse,
país de cuya lóbrega frontera
ningún viajero regresó, perturba
la voluntad, y a todos nos decide
a soportar los males que sabemos
más bien que ir a buscar lo que ignoramos.
Así, ¡oh conciencia!, de nosotros todos
haces unos cobardes, y la ardiente
resolución original decae
al pálido mirar del pensamiento.
Así también enérgicas empresas,
de trascendencia inmensa, a esa mirada
torcieron rumbo, y sin acción murieron."

(Hamlet, William Sheakspear)


Ella, que sí analizaba los textos, luego de muchos días, de muchas semanas pensando en este, había descubierto parte de lo que consideraba el significado de este texto.Ser o no ser.Ser un hombre de acción o No ser: Ser, también, pero ser un hombre de letras.Allí todos eran hombres de letras.No había acción, ni emociónY como todo en la vida debía haber un equilibrio, era debido a esto la penumbra de ese lugar, la gente allí había tomado leer como un dogma, una obligación, cuando debía ser por voluntad propia. También nadie escribía, se confromaban con los conocimientos que adquirían de otros, pero nunca juntaban esas diferentes subjetividades para formar la propia.

Era aburrido, era terriblemente aburrido aquel país.Excepto cuando se sumergía en montañas de libros que le brindaban el conocimiento que necesitaba, que aunque fuera una falsedad la llenaban, por un segundo, por dos, por tres.¡Por lo que fuera! La llenaban y eso era lo importante, pero luego a la hora de querer discutirlo, de querer comentarlo y analizarlo.Nadie.Nadie, excepto su gato y su peluche.

Sabía que algo faltaba allí, algo.Y sabía también que iba a encontrar alguna forma de dar una nueva solución, de salvar a la gente de su terrible destino.De ayudarlos a comprender, que los textos, los libros no eran simplemente letras vacías, sino que adentro contenían el conocimiento del mundo.Una revolución ideológica de aquel lugar.Aún no sabía como, pero ya lo pensaría, tenía demasiado tiempo por delante.Quizás incluso, más tiempo del que deseaba.


Luego de hacerse un corte que dejaría marca en la mano decidió detener el entrnamiento, había sido suficiente, ya era de noche.Como le hubiera gustado tener un maestro que la entrenará de vez en cuando.Sin embargo se repetía que debeía lidiar con aquella soledad, toda su vida la había experimentado, pero ahora que sabía que era tener amigos pesaba más.

De pronto sonó un ruido, el peluche de Argeil se había resbalado de donde se encontraba y ahora estaba a sus pies. La sacerdotisa se dio cuenta que Dragón lo asechaba de seguro el muñequito quería escapar de el gato.La chica se agachó y lo tomo con amabas manos, estrechandolo un poco contra sí.El gato se le acercó preocupado y le hizo algo de cariño.Aerin miró arriba, y cerró sus ojos, pensando en sus amigos y casi pudo sentirlos.

Cuando abrió su boca las palabras que pronuncio fueron casi cantadas, un conjuro para el viento, para que sus amigos escucharán aunque fuera como un susurro su voz, para comunicarse aunque fuera de aquella forma.Y cantó una canción en un extraño idioma,la canción le pedía a un pájaro que llevará su corazón y les dijera que quería volver, que quería salir de aquel destierro, pero que no podía aún.

Su voz sonó como de costumbre, y cantó con todo el sentimiento que pudo, su voz inundó aquella ciudad muda, y quizás si se tratará de otro lugar la gente hubiera llorado, por lo triste que sonaba, aún siendo una canción con una pizca de esperanza.Quizás esa noche cantó por que como se había mencionado antes, ese era uno de los días donde la soledad asecha, o quizás no había razón.¿Que estarían haciendo los demás?

Luego de determinar se dedicó a observar las estrellas, buscando las constelaciones, de las cuales había leído mucho, o buscando algunas estrellas más brillantes."La estrella del Norte, la que siempre lleva a casa." les dijo a Argeil y a Dragón mientras señalaba una espacialmente brillante.Las notas de la canción aún retumbaban en el aire llenando el ambiente.

Luego de eso se preguntó que debía hacer, aún si se hiciera más fuerte ¿iba a ser capaz de proteger a aquellos que quería? Y ¿cómo pensaba regresar al Monte Ash? Quedaba a aproximadamente ocho meses de distancia de Frietz...Lejos...demasiado lejos...además en ese lugar le era prohibido salir.No podía llevar el conocimiento que había adquirido al mundo exterior.

Aquella voz que a veces la acosaba en su cabeza, era ahora un sútil sugirimiento, y además desde que se encontrará lejos de Valeria, la agresividad de la voz había disminuido, por lo que en ese momento todo callaba, incluso su mente.
Notó que su cruz brilló por un segundo y se preguntó a que se debería, sin embargo no logró averiguarlo, por lo que se resignó al silencio una vez más, envolviendose en él.
 
PostPosted: Mon Oct 03, 2011 8:24 am
Al día siguiente volvió a la biblioteca a primera hora, se preguntaba que secreto escondería aquel lugar, ese día ya estaba de un mejor humor, aunque para ser sincera cada vez regresaba a ser más como solía ser con Ifrit.

Recordó unos segundos a Ifrit, ya no le guardaba rencor.Él había tenido ya basante castigo, o quizás no pero al menos eso pensaba ella.Después de todo el hombre prácticamente la había criado.No de la mejor manera pero...algo era algo.La chica suspiró en ese momento algo la distrajo.

-¿Que estás leyendo?- preguntó una voz infantil, la voz de un pequeño, que la miraba con ojos curiosos.
Aerin cerró su libro y lo miró bastante sorprendida.

-Estoy leyendo sobre invocaciones de bestias sagradas- le respondió sin suavizar la verdad aunque fuera un niño nada más.Tenía el cabello por los hombros y de un castaño claro, pero con ciertos matizes de rojizo y unos divertidos ojos, ya que uno era de color rojo y el otro verde.Parecía tener alrededor de nueve años.
-Ohh ya veo, ¿te gusta este lugar?Me refiero a Frietz- dijo él sonriente
-Pues, he aprendido mucho...- le dijo ella.
El niño se recostó contra la mesa y suspiró exasperado.

-A ti no te gusta aquí.- comentó Aerin.
-N-no es eso!Es que yo...eh...soy malo para leer... yo no...- decía el niño que parecía austado.
-No hace falta mentir te prometo que no le diré a nadie- le dijo ella con una sonrisa casi impercitble, el sonrió levemente y cuando uno de los guardianes de la biblioteca se acercó se sentó inmediatamente a fingir que estaba leyendo.
-No es que odie leer, pero quiero tambien experimentar...he visto...bueno... digo... todos han visto...tu entrenas mucho...¿me enseñarías?- preguntó algo sonrojado.Era un niño bastante lindo y muy maduro para la edad que aparentaba.-Y-yo a cambio te ayudaré!Seré como tu sirviente personal si es necesario!¡Te enseñaré donde esta cada libro..o..o lo que necesites!- dijo cerrando los ojos, y subiendo la voz, parecía apenado.Le pareció curioso que ese nño no miraba a los ojos, desviaba su vista de un lado para otro, pero nunca miraba directo a los ojos, en ese momento un guardia llego.
-SILENCIO- gritó pero luego se quedó sorprendido mirando los ojos dispares del niño -Oh eres ...-dijo con algo de despreció -Deja de estar haciendo ruido...¡Y tu extranjera calla si no quieres ser expulsada!- dijo marchandose.El niño no miró al guardia sino que se quedo mirando en dirección de la mesa.
A la sacerdotisa le pareció curiosa la reacción de ese guardia, pero no le preguntó nada al niño más tarde lo haría.

-Te ayudaré. Debes ser muy puntual y no quejarte, no creas que por ser tan solo un niño seré amable contigo a la hora de entrenar.- le dijo ella seria y en voz baja,regresando al libro que estaba leyendo.
La cara del pequeño se iluminó de sobremanera.

-¡Gracias, gracias no te decepcionaré!¡Ya verás seré de lo más fuerte!-dijo él entusiasmado. -¡Oh por cierto! Mi nombre es Luka.- dijo con una sonrisa.
-Y el mio es Aerin- respondió ella con un tono al que si le prestaba atención podía sonar bastante amable.
Luka pareció estremecerse.

-¡Debo irme, se me hace tarde!- dijo subiendo la voz nuevamente, pero calló apenado.
-De acuerdo Luka, mañana a primera hora empezaremos.Te veré en la entrada.- le dijo ella divertida por la actitud del niño.
-¡Muy bien.!¡Hasta luego, Aerin!- dijo mientras salía corriendo, chocando con todo lo que había y disculpandose con todos, algunos le daban miradas de despreció y otros simplemente lo ignoraban.'Ya averiguaré que esconde...' pensó Aerin

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Yue Koh

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PostPosted: Mon Oct 03, 2011 11:36 am
Aerin guardó todos los libros de forma que luego recordará donde se encontraban.No había ningún guarda que molestará, por suerte.Puso al peluchito en su hombro y llamó a Dragón.
-Vamos a buscar comida.- les dijo como si hubieran preguntado.En ese lugar nadie era amable, por lo que había tenido que construir un pequeño refugio, era por eso que solía pasar las noches en la biblioteca, bueno por eso y para leer.

Después de mucha caminar logró comprar todo lo que necesitaba, aunque se quedó con casi nada de dinero.Se dirigió al pequeño refugio que había construido, y se pusó a practicar una técnica que aún le salía mal, luego de comer un poco de las provisiones.Ese día tampoco le salió, y practicó hasta el cansancio.Cuando hubo terminado se encargó con algo de esfuerzo de cortar leña y prendió una fogata.Con la madera restante, y mucha habilidad manual, le construyó una camita a Argeil y una cajita a Dragón.
Había recolecatado algunas verduras y setas comestibles por lo que se puso a cocinarlas, tambien había comprado un pedazo de carne.
El cuál cocinó mientras veía el fuego danzar.Chisporroteaba el fuego, y en realidad olía bastante bien.Dragón corría alrededor, parecía intentar cazar algo.Y Aerin le hablababa al peluchito, quien parecía no responder, pero aún así ella se veía bastante convencida de estar teniendo una conversación.

En ese momento llegó Dragón con un ratón bastante grande en la boca y lo puso a los pies de Aerin, el anima estaba muerto.Al parecer el gatito quería hacer una contribución con la cena.Aunque se veía un poco desagradable.En otro tiempo Aerin se hubiera visto afectada y de seguro no hubiera comido nada, pero se había acostumbrado a ser un poco más ruda, ahora tenía que cuidarse sola, y a los únicos dos compañeros que le quedaban.
-Vaya, eres un gatito muy feroz.Pero guardate esos trucos para cuando necesitemos alimentos, si puedo evitarlo prefiero no tener que comer ratón...- dijo ella.Dragón pareció resentirse, pero tan pronto ella le dio alimento, se pusó de buen humor de nuevo.Argeil veía en dirección al ratón.
-Sí...lo tirararé.... no se ve muy agradable...- respondió Aerin a las palabras mudas de el pequeó muñequito.Tiró al ratón bastante lejos.Y dragón no pareció ni notarlo.

Esa noche durmió mejor que la anterior, y pensó un poco en Luka, ahora que lo pensaba había algo extraño en ese chiquillo aparte de sus ojos disparejos, pero le había agradado y lo ayudaría en lo que pudiera.

Cuando llegó en la mañana a la puerta de la biblioteca Luka ya estaba ahí, pero no se encontraba solo, unos niños lo molestaban, de una manera demasiado grosera

-Ya dejenme, ¡no es mi culpa!- decía él casi llorando pero reprimiendose
-Aquí en Frietz ¡eso es inaceptable!-dijo un chiquillo
-En la antigua Grecia mataban a los niños con deformidades físicas por que era un pueblo guerrero, aquí somos un pueblo cuyo propósito es leer, ¡deberíamos matarte tambien!- decía otro mientras lo pateaba.
-¡No queremos volver a verte por aquí!Eres indígno!A la próxima no te perdonaremos la vida- fanfarroneo otro chiquillo.
El pobre chiquillo con sus ojos de colores diferentes estaba tirado en el piso, Aerin observó la escena pero por supuesto que no se quedaría callada, se acercó y tomó al niño que acababa de patear a Luka por el cuello de la camisa levantandolo en el aire, parecía unos tres años mayor que Luka.
-En mi pueblo le damos su merecido a los abusadores, ¿debería dartelo a ti?- le dijo con esa voz seria, pero esta vez era fría como el hielo y amenazante, tanto que hacía sentir escalofríos al niño.
Los otros niños, que eran tres más la miraron con odio y miedo al mismo tiempo.Aerin soltó al nió dejandolo caer pareció dolerle, pero no dijo nada y sólo se levanto con muchas lágrimas de indignación.
-No quiero volver a verlos molestando a Luka, o no les perdonaré la vida la próxima- les dijo imitandolos, por supuesto que no los mataría pero solo quería asustarlos, cosa que consiguió pues los niños salieron corriendo y solo se atrevieron a amenazarla cuando ya estaban muy lejos.
Aerin suspiró y se agachó junto a Luka, el niño miraba al suelo, y sus ojos amenazaban con llorar en cualquier momento, pero el se mantenía con cara enojada reprimiendose.
Aerin le dio un gentil abrazo sosteniéndolo en sus brazos, pero pronto él se libró del abrazo.

-E-estoy bien...es sólo que esos niños...- dijo y se le quebró la voz.
-¿Es por eso que quieres que te enseñe a luchar?¿Quieres darle su merecido?- preguntó ella.
Él asinitó sin mirarla a los ojos como de costumbre.
-Luka, así no llegarás a ser fuerte.Nos volvemos fuertes cuando tenemos algo que proteger, la venganza sólo consumirá tu alma.- le dijo ella con un tono dulce.Dragón se le acercó al niño fortandose contra su pierna, y el Argeil parecía observarlo detenidamente.Luka se asustó un poco cuando sinitó a Dragón, y se agachó para acariciarlo.
Aerin se levantó con Argeil en su hombro y empezó a caminar por donde había venido.
-No puedo enseñarte nada, si sólo te voy a hacer como ellos.- dijo mientras caminaba.

-¿Eso quiere decir que ya no me entrenarás?- dijo él con tristeza
-Eso quiere decir que tengo demasiado que enseñarte, vamos empezemos de una vez.- le dijo al niño que con felicidad salió corriendo tras de ella.Luego descubriría que tenía tan solo siete años.Aunque seguía pareciendo de nueve.
 
PostPosted: Mon Oct 03, 2011 9:27 pm
-Luka, mirame a la cara, ¿cómo esperás adivinar mis movimientos si no los lees en mis ojos?- preguntó la sacerdotisa en uno de los tantos entrenamientos, el muchachito se esforzaba muchísimo, y progresaba a como podía, pero aún así no siempre acataba todas las instrucciones.Era bastante terco.
-Los puedo adivinar sin mirarte.- dijo jadeando muy cansado, lanzando una patada contra el costado de Aerin.Ella la detuvo sin problemas, y le levanto la pierna, haciendo que se callerá, se llevó un buen golpe pero obviamente ella era cuidadosa de no lastimarlo realmente.
-No siempre-dijo mientras lo ayudaba a levantarse, seguía sin verla a la cara -Mira cierra los ojos- el niño se quedó algo incrédulo, pero lanzó un pequeño suspiró y los cerró.Aerin pusó su mano en la del niño.
-¿Sientes mi energía?Si lográs concentrarte en ella te darás cuenta que cuando voy a atacar sube mucho de pronto, y cuando planeo que hacer disminuye o se mantiene, ese sería el momento para atacar.Así no siempre tendrás que depender de ese curioso instintó tuyo...- le dijo.Sabía que era un poco ruda por que apenas era un chiquilla, pero el entrenamiento que le habían dado a ella había sido aún más grosero, si quería ser fuerte tenía que esforzarse al máximo.

Al principio Aerin creyó que entrenar a Luka solo interferiría con su propio entrenamiento, pero se dio cuenta que al contario, los errores que tenía el niño eran los que tenía ella en una diferente escala, corrigiendolo podía corregirse muchas cosas a sí misma.
Lanzó un golpe y ella los esquivó hacia la derecha, pero antes de terminar el golpe Luka lanzó una patada más rápida y esta vez logró acertar,fue como si supiera que iba a hacer ella, por supuesto que no le dolió casi nada, pero si sentía fuerte, muy fuerte para la edad del niño, se estaba esforzando demasiado.Además tenía una extraña habilidad, no sucedía siempre pero muchas veces el niño parecía saber los movimientos antes de que se hicieran.
-¡Bien!Ya estaba a punto de ponerte a luchar con Argeil para que la pelea fuera pareja...- dijo ella, al peluchito pareció no gustarle el comentario por que al parecer volteó la cabeza mirando en dirección contararia.

Luka tenía algo extraño, a veces se mareaba muy de repente y había que sostenerlo para que no cayerá y a menudo tropezaba, en realidad parecía un niño algo torpe.Pero aún con todo eso era muy gentil, para su corta edad actuaba muy maduro, a veces incluso más maduro que Gabriel.Y siempre tenía esa sonrisa no importaba que pasará, a Aerin le gustaba verlo sonreír ya .Sabía que el niño tenía una vida muy díficil aunque aún no comprendía bien por que.

Lo comprendería un poco después un día mientras entrenaban, ya era tarde y el sol poco a poco se extinguía tras el horizonto, ahora el cielo tenía un varios tonos naranjas algunos rosados, rojos y amarillos, todo un espectáculo.Aerin y Luka se estaban dando un pequeño descanso junto a Argeil y Dragón, los cuatro sentados mirando el atardecer.
-¿Es hermoso no creen?- preguntó Aerin.
Dragón mauyó levemente, Argeil pareció asentir con su adorable cabecita.Pero Luka miró hacia el suelo asintiendo como con nostalgia o tristeza.
-¿Que sucede?- preguntó ella, algo preopcupada.

Pero Luka solo negó con la cabeza dandole una leve sonrisa, fue entonces cuando empezó lentamente a confirmar sus sospechas.Se levantaron y practicaron un poco más solo unos veinte minutos, pero fueron suficientes.Aerin esquivó con facilidad sin poner casi nada de esfuerzo todos los golpes del niño hasta quedar frente a él.
Él solo la miró por una fracción de segundo pero fue suficiente.
-Luka, ¿de que color son mis ojos?- dijo ella sosteniendolo por la muñeca, gentilmente pero con algo de fuerza.
Luka volteó la mirada, como buscando apoyo.

-S-son...son...¿plateados?- dijo, obviamente equivocandose.
-Luka mirame- pidió a Aerin, y al final el niño la miró con resignación, entonces ella comprendió, y ahora todo fue mucho más claro.
-Luka eres...ciego.- dijo ella sorprendida por que aunque se lo esperaba, una parte de ella quería equivocarse, allí en Frietz ser ciego era casi un pecado, por que no se podía leer y por supuesto, allí nadie se tomaría la molestia de leer para alguien ciego.Los ojos disparejos del niño lo disimulaban muy bien, había que mirarlo muy atentamente para notar que no enfocaba la vista.

Luka no pudo más y se hechó al llorar cayendo de rodillas, a llorar como un niño de la edad que tenía.Aerin se arrodilló y lo abrazó, acariciandole el pelo cariñosamente, y dejandolo que se desahogara.Sabía lo díficil que debía ser llevar una vida así.

El anochecer llegó, y los cubrió la noche con su manto de oscuridad, aunque la luna brillaba.Entonces esa era la razón por que a veces Luka insitía que lucharán de noche, para él era la misma cosa.


El pequeño había enterrado su cabeza en el hombro de la sacerdotisa, y se aferraba a ella con fuerza, pero ahora la soltó y la miró sin verla -No era así, cuando nací yo podía ver todo, pero poco a poco mi visión se fue yendo, y no soy ciego del todo, pero ahora solo veo sombras...y como sabrás soy incapaz de leer un libro...La única razón por la que no han intentado matarme en serio, es por que soy hijo de alguien...importante...- dijo el chiquillo enjaguándose las lágrimas.

Aerin siguió acariciandole el cabello de una maneraa muy maternal -Eres un niño muy valiente Luka.Y muy fuerte tambien.- le dijo ella

-¿Crees que ellos tienen razón?Los otros niños...dicen los griegos mataban a quienes consideraban no servía para luchar...yo no sirvó para leer...- dijo casi llorando de nuevo.

-Nunca nadie es inútil, todos tenemos el mismo derecho a ser felices y vivir.Además esos niños no leyerón bien,para los griegos, los ciegos eran dignos de venerar, ya que si eras ciego quería decir que podías ver más allá, es decir videntes.- le dijo ella recordando como hace unos meses ella intentaba adivinar el futuro en el cielo.
De hecho tenía el presentimiento de que era posible que Luka tuviera esa habilidad, pero ese no era el momento de decirlo, más tarde lo haría.Sin embargo probablemente ya el muchacho los sospechaba.


-Aerin ¿puedo quedarme con Argeil, con Dragón y contigo un rato más?Aún no quiero regresar...- dijo Luka después de un rato de silencio.
Aerin le acarició la cabeza mientras se levantaba y lo ayudaba a levantarse.
-Claro, puedes quedarte un rato más.- se dirgieron al refugió.Y se quedaron aproximadamente una hora sólo hablando, Aerin le contaba sobre algunos libros a Luka.

Una vez el niño se fue Aerin se volteo a ver a Argeil como si le acabará de hablar.
-No planeo nada con él, le enseñaré a luchar como me lo pidió y luego que haga lo que quiera con su vida.- respondió a la pregunta que sólo ella había escuchado. Luego parecía que le estaba diciendo algo más, ella asintió
-Así es, es lo que creo, creo que es un chiquillo muy especial.- dijo y luego se acostó para descansar un poco.
-Bien estoy algo cansada, despiertenme si escuchan algo extraño.Buenas Noches.- le dijo al peluche con tono serio y bostezando levemente.Dragón llegó y se acostó a su lado.Pensó mucho antes de dormirse del todo.
 

Yue Koh

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Yue Koh

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PostPosted: Tue Oct 04, 2011 6:28 pm
Era de mañana, hacía una leve brisa muy agradable, en aquel pueblo siempre hacía demasiado calor. Se levanto y decidió que era hora de cazar, se estaban quedando sin proviciones.
Argeil le había dado la excelente idea (o al menos eso le había afirmado ella a Luka) de cazar, comer la carne y vender las pieles.Habían leído muchísimo al respecto y finalmente tenía todo el conocimineto teoríco, ahora faltaba la práctica pero la estaba perfeccionando.

De paso para entrenarse a veces se ponía retos.El reto de esta vez consistía en atrapar su presa usando solamente sus manos y pies.Había cambiado demasiado, ya no era aquella sacerdotisa indefensa o cuyos únicos recursos era reflejar ataques.Ahora a decir verdad era mucho más feroz y ruda, quizás se debía a aquel veneneno que ya era parte de ella, o quizás al confinamiento de encontrarse en Frietz, pero ahora se apreciaba mucho más guerrera.Al mismo tiempo al pasar tanto tiempo con Luka se había hecho mucho más protectora e incluso algo maternal.
-No estoy loca, sólo quiero intentarlo para saber si puedo hacerlo, mira imagínate que un día no tenga armas o me hayan quitado mi cruz, sería útil cazar con las manos ¿no crees?- le dijo al peluchito en una de esas conversaciones en las que solo ella pronunciaba palabras, luego lo miró con algo de reproche.
-¡No me creo gato!Sólo quiero intentarlo...- le dijo muy convencida y algo ofendida como si el peluche acabará de burlarse.

Eso era otra cosa que había cambiado demasiado, seguía inexpresiva y seria con aquella gente que no conocía, y gran parte del tiempo. Pero cuando estaba cerca de Dragón,Argeil y Luka era muy diferente a menudo, no era que pasará sonriendoo expresandose, pero su seriedad disminuía en gran medida, y bromeaba con ellos, tambien hablaba mucho más adulta,,, sin dejar de ser algo infantil en ocaciones.
Como por ejemplo esta...
-Déjame Argeil, ¡cazaré con sólo manos y pies y tendrás que tragarte tus palabras!- dijo ella, aunque el no hubiera pronunciado nada, al menos no su boca.

-Aerin, quizás Argeil tiene algo de razón...si quieres te puedo traer algunas proviciones...-dijo Luka ante la terquedad de su amiga.Estaba recostado a la par del muñequito.
-¿¡Te pones de su lado!?¡Ya verán! Dragón cuida de ellos volveré enseguida- dijo alejandose como solía hacerlo cuando iba a cazar.

-No espera se que puedes, a lo que me refería era-....-
Ya se había ido por lo que Luka suspiró.
-Espero que no se lastime...- dijo Luka su voz sonaba con bastante preocupación sincera.
Luego se quedo callado y asintió masomenos en dirección a Argeil, ya que no sabía con exactitud donde se econtraba, pero podía ver una pequeña sombra y Aerin le iba enseñando a sentir presencias.Parecía que le había dicho algo.

-Lo curioso es que creo que podrá conseguirlo- agregó, y luego se levantó y tomó agua de una pequeña cantimplora, luego de tantear para econtrarla -Pero tienes toda la razón....Eso no cambia el hecho de que este completamente loca....-dijo con otro suspiro.

Aerin había adoptado mucho de la terquedad de Luka, de todos modos ya era bastante terca antes.Así que solo llevaba un pequeño cuchillo dentro de la bota , en caso de que algo sucediera, su cruz se la había puesto a Argeil en prueba de que no la usaría. -En Frietz nunca pasa nada...- había objetado cuando sus amigos le dijeron que era peligroso andar por ahí sin su cruz y sin armas.
Sin embargo muy pronto se daría cuenta de que en Frietz si sucedían cosas de vez en cuando, se acercó a las afueras del lugar, y por un momento sintió la tentación de correr y buscarlos, a Gabriel...James... a Alejandro... Alice...a William...a Mia.....a Zero...A cualquiera, a todos.Pero no sabía donde estaba el Monte Ash, Frietz no aparecía en los mapas, y la oportunidad que estaba teniendo de aprender todo lo que aprendía podría no tenerla nunca más.Por lo que se obligó a olvidar esos pensamientos y callar, escuchando alrededor, sabía que había algunos animales grandes, pero era demasiado poco probable que la atacaran, o eso pensaba.

Estaba asechando a su presa que esta vez serían un par de liebres bastantes regordetas, hubiera preferido algo más grande pero tenía que conformarse con eso.
Pronto sintió un dolorso aruñazo en la espalda, cuando se volvió se encontró con un animal curioso, no sabía que era, nunca había visto uno así pero era bastante divertido excepto por la agresiva actitud, tenía las garras afuera, y Aerin lo califico como una mezcla de un hurón y un lagarto, quizás algo parecido al lo que nosotros llamamos demonio de tazmania, pero tenía un curioso color verde limón.Luego recordó que Luka había hablado de esos animales los "kulski", todos tenían colores así de curiosos.
A pesar de su pequeño tamaño eran muy agresivos, los de Frietz solían creer que vigilaban que nadie saliera, para suerte de Aerin en manda pudieron haberle resultado letales pero ese era sólo uno.No usaría armas, a menos que fuera necesario.

El animal se le tiró una vez más esta vez propiciandole un arañazo en el pecho bastante largo, y luego otro en la pierna.Ella lo pateo con todas sus fuerzas pero solo consiguió lastimarlo un poco.Emitía un sonido bastante raro, y algo tenebroso pero no se sentía intimidada.
Pero le empezarón a arder terriblemente las heridas, ella no tenía el poder de regeneración de un vampiro, a pesar de que si cicatrizaba más rápido que un humano común.
-¿Por que ahora todo tiene veneno?- se preguntó en voz alta con un suspiró.

El veneno que corría por su cuerpo comenzó a contrarestar el del kulski, .Bien algo de ventaja era justa, pateo una vez más al animal este logró rasguñarle la pierna.Antes de agacharse y tomarlo por el cuello.
Estuvo a punto de asesinarlo pero se detuvo, su piel era cara, pero su carne no era comestible, o no sabía bien.Ella no estaba muriendo de hambre, y no pensaba matar sólo por dinero.Por lo que lo lanzó lejos el animal simplemente salió corriendo, corría de forma similar a un conejo.No había sido tan difícil en realidad.Pero ahora las liebres se habían ido.

De pronto esuchó otro ruido, había un jabalí al frente de ella, no era demasiado grande, pero si bastante cómo para dar una buena batalla.La carne del jabalí si era comestible, y su piel se podía vender. Por lo que cuando la criatura se acercó Aerin lo esquivo intentando golpearlo, pero fue el animal quien la lanzó contra un árbol perforandole levemente el brazo.Ella se levantó y corrió hacia él saltando en el aire, pero nuevamente el animal logró lanzarla, haciendola caer esta vez en un charco.
Duró un rato que se le hizo eterno luchando contra el jabalí, el cuál estaba ganando, aunque no conseguía perforarla con sus colmillos prominentes.
Pero cuando este corrió de frente a punto de embestirla, la sacerdotisa por instinto le dio un fuerte golpe entre los ojos y el jabalí cayó muerto.Quizás había usado un poco de aquella fuerza sobrehumana que le había dado el veneno, ¡pero acababa de luchar contra otro animal sin armas era lo justo!.
Jadeando tomó al animal y comenzó arrastrarlo, era demasiado pesado pero se las ingenió para conseguirlo.Dejaba un rastro de sangre, pero como era tierra pronto se borraría.

-¡AERIN!- gritó Luka un poco antes de que llegará como si hubiera tenido una de esas extrañas visiones, y caminó un poco para toparsela en el camino, ella estaba bastante cerca.

Finalmente llegó con la ayuda de Luka, y miró con cara triunfante a Argeil y a Luka
-Se los dije...- dijo aún jadeando, caminó y se recostó contra el enorme árbol que era la base del refugió.
El peluchito pareció negar con la cabeza.
-Estoy bien.- respondió.
De todos modos Luka corrió a vendarle las heridas poniendo un poco de medicinas, hacía muy buen trabajo aunque no veía las heridas, a veces se le corría un poco el vendaje. Con algo de trabajo le vendo la de la pierna izquierda, que le hacía renquear un poco, la del pecho que llegaba hasta el cuello,la del brazo y la de la espalda.

-Eres increíble...-repetía una y otra vez al sentir las heridas, ella realmente no había usado armas.
-Deberíamos prender el fuego- le dijo ella revolviendole el pelo cariñosamente.
Luka asintió y apiló toda la madera de forma que fuera más sencillo.
Aerin se encargó con algo de dificultad de poner en práctica lo leído, y de hecho le fue bastante bien, separó la piel con algo de dificultad pero lo logró.Eso les dejaría suficiente dinero como para un mes más, por lo que tendría tiempo de sobra para sanar del todo, de todos modos sanaba rápido y las heridas no eran tan malas.

Luego de prender el fuego se dedicó a cerrar los ojos, mientras olía el jabalí asandose lentamente, lo había sazonado un poco con lo que tenía a mano, algunas hierbas y sal, y ahora el olor impregnaba el aire. Se encontraban muy alejados del resto de las personas por lo que sabía que aquel delicoso olor no llamaría la atención a nadie más.


-¡Si sabe y se ve como huele debe ser delicioso!-dijo Luka entusiasmado.
-Lo será.- comentó Aerin con una leve sonrisa que se reflejaba en su voz.

Disfrutaron del banquete, Aerin se mantuvo callada como de costumbre, pero contestaba a las eventuales preguntas de Argeil y Luka, que preguntaban detalles de como había logrado vencer al jabalí y de sobra a un Kulski.Luka preguntaba por todos los detalles y ella con paciencia respondía a todas las preguntas mientras disfrutaba el descanso, ya que aún le dolía un poco.
 
PostPosted: Wed Oct 05, 2011 10:48 pm
Caminó un poco por las calles de Frietz para vender algunas pieles de lo que había sido su alimento durante esos días. Dragón la seguía de cerca y Argeil viajaba en su hombro.Obesrvó con algo de tristeza que no se reflejaba en su rostro, que se mantenía sin expresión.No había casi nadie, pero cuando se veía a alguien se notaba la pobreza del lugar.Aerin se preguntó como un pueblo tan culto podía ser tan pobre.
Entonces recordó aquel libro que había comenzado a leer, pero el guardia de la biblioteca la había detenido.
Luego de conseguir vender lo que debía, corrió de vuelta a la bilbioteca, tenía la idea que la clave se encontraba en aquel libro.
Luego de asegurarse que no había ningún guardia cerca, comenzó a leer, retomando.

"-Pero después.... no se sabía como arar,
pero después, no se sabía martillar,
pero después no se sabía ni cocer,
por que después
las herramientas despreciaron a los hombre.
Hubo un país hace mil años una vez
que aprendio la gran lección de-"

Esta vez no fue un guardia que la interrumpió sino un hombre que la tomo del brazo.Era mucho más alto que ella, y se veía que algo mayor, a pesar de eso parecía tener una buena salud.
-Vaya. vaya pequeña, ¿pero que haces leyendo este tipo de libros?Ese no se lee.- dijo el extraño hombre.
Presionando el brazo por el que la sujetaba y quitándole el libro.
-Suéltame- dijo ella con cierto tono amenazante en su voz.
El hombre le toco la barbilla, como solía hacer Ifrit, y ella por instinto le lanzó un golpe al estomago, al instante estaba rodeada de guardias.
-¿¡Como te atraves!?¿¡Tienes idea de quien soy!?- pregunto el hombre con indignación mientras todos aquellos guardias la rodeaban.
-Una rata más...- respondió Aerin desafiante y con desprecio.
El hombre la abofeteo, y ella reprimía el deseo de quebrarle un brazo.
-Eres una- ....- decía el hombre mientras se preparaba para abofetearla nuevamente, pero en eso sonó una voz infantil.
-No padre, ¡dejála!- grito Luka que sostenía a la mano de su padre, jalandolo de la manga.
El hombre se volvió y le dio un golpe haciendolo estrellarse contra un estante de libros, la poca gente que estaba cerca volvió a ver, pero muy asustados fingieron que no les importaba lo que sucedía.
-Te he dicho ya antes que no me llames padre en público.- le dijo el hombre inexpresivo al niño.
Aerin esquivó los guardas y se arodillo junto a Luka.
-Ni se te ocurra volver a casa esta noche- le dijo el hombre mientras se iba del lugar.
Pero antes se volvió hacia Aerin.
-Contigo ya me arregraré luego...- dijo marchandose del todo

Luka se notaba triste pero no decí nada al respecto.Esa noche dormiría en el refugio.Aerin no le preguntó nada acerca de quien era su padre realmente por que no quería molestarlo, ya de por si el niño estaba bastante triste.

A la hora de dormir, Aerin le dio una cobija y el lugar más cómodo del refugio.
-No será un hotel de lujo, pero no pasarás mala noche.- le afirmó ayudandolo a acostarse.
Ella se acostó algo alejada y en medio de la noche esuchó al niño sollozar.
-Luka¿estás bien?- preguntó levantandose
Él se secó la lágrimas y se volteo con una sonrisa leve.
-Es solo que no me puedo dormir.- dijo.
Aerin se acostó a su lado acunandolo con sus brazos.
-¿Que te ayuda a dormir?- le preguntó con tono maternal.
-Bueno...no se...- dijo el niño sonrojandose.
-Bien ¿que te parece si te canto una canción de cuna?- le dijo con una sonrisa en su tono.
-¡N-no soy un chiquillo!.... a-aunque... eso me gustaría...- dijo algo apenado.
-Las canciones de cuna son para todos, y de hecho eres solo un niño.-
Luka soltó una pequeña risa y la abrazó, ella le acarició el cabello
-Bien veamos, creo que dejaré la otra para un día con lluvia-se dijo a si misma y cerró los ojos un momento
-Lay down your head, and I'll sing you a lullaby,Back to the years of loo-li lay-lei- comenzó a cantarle.
Y cuando hubo acabado ya el niño estaba dormido.Lo observó un rato, era injusto que aquel hombre que era su padre lo tratará de esa manera.
Y se preguntó como de un hombre tan desagradable podía salir un chiquillo tan tierno como Luka.  

Yue Koh

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PostPosted: Fri Oct 07, 2011 6:19 pm
-Aerin-
-Dime?, Luka-
-Estás aún más callada de normal, ¿pasa algo malo?-
-No Luka, solo miraba el cielo- respondió ella
-¿Por que miras tanto el cielo?- preguntó el niño, mientras tomaban un bien merecido descanso.
La luna estaba llena y brilliaba iluminando cada pequeño rincón creando sombras y creando luces que parecían bailar en aquel bosquecillo. La luz plateaba que emanaba recordaba a varias cosas.
-Miro la Luna.- respondió ella.
-Ahh la Luna...me gustaba mucho mirarla tambien, ahora cuando veo al cielo apenas distingo un poco más de luz que alguna parte, así que sigo sabiendo donde esta.¿Cómo se ve?-
Aerin le describió con gran detalle, y casi de forma poética, lo hermosa que se veía aquella noche.
-¿Y puedes ver el rostro de alguien en ella?- preguntó Luka.
Aerin se sorprendió algo con la pregunta.
-¿A que te refieres?- preguntó
-Una vez escuche que si hay alguien especial para ti, vez su cara en la Luna- respondió el niño con una sonrisa.
-¿Especial?Varias personas son especiales para mi.- le dijo al niño corriendolo los mechones que le cubrían los peculiares ojos.El rio un poco.
-¡Pero no ese tipo de especial!Si no esa persona en la que piensas mucho tiempo...hasta que te da dolor de cabeza! ¿Tienes alguien así?- pregunto el niño con otra pequeña risa
Aerin entrecerró los ojos con algo de tristeza y luego miró la Luna de nuevo.
-Pues la Luna si me recuerda mucho a alguien, pero no se si sea por esa razón.- dijo la sacerdotisa.
-Y ¿pues que razón entonces?-
-Es por un cuento algo tonto...y ese cuento me recuerda a esa persona.-
-Ya veo!¿Me lo contarías?
-Ya casi te tienes que ir-
-¡Anda por favor!
-Bien bien, te lo contaré pero ya te dije, es algo tonto-

-Hace más tiempo del que puedo recordar, y en un reino mucho más lejos de lo que puedo caminar, vivía una pequeña princesa heredera al trono, era muy bella, tenía ojos grises y risueños.Y todos la querían mucho en la corte real, pues la niña siempre era muy dulce.El rey la amaba más que a nada , pues su madre se había ido, y ella era todo lo que le quedaba.Le había prometido darle todo lo que pidiera.
Sin embargo la pequeña un día enfermó de tristeza, nadie comprendía a que se debía tan repentina tristeza, y el rey en un acto desesperado para ayudarla convocó al médico real, y mando al bufón a entretener a la princesa.
El bufón, que conocía bastante bien a la princesa, supo que ella no necesitba chistes o trucos, por lo que se quitó el sombrero con divertidos cascabeles y se sentó al lado de la niña, que miraba por la ventana. "¿Que ves princesa?" le preguntó con cariño. "La luna, es hermosa y me gustaría tenerla, pero se que eso no es posible y eso me hace muy triste."Entonces el bufón sa-


Luka rió y Aerin se detuvo.
-Vaya ¿pero que edad tenía esa niña?- preguntó Luka
-La niña era muy pequeña, aún más que tu Luka, tendría quizás unos cuatro o cinco años.¡Ahora no interrumpas que pronto debes irte!- replicó Aerin, el ni´o asintió aún con una sonrisa.
-Bien...¿por donde iba?...¡Ah sí!-

-Entonces el bufón salió corriendo escusonadose con la princesa.Buscó al Rey y le dijo la causa de la extraña tristeza de la princesa.El rey pidió al médico que se fuera, y llamó a los mejores consejeros y sabios del reino.Les preguntó ¿como podrían conseguir la Luna?

"¡Eso es imposible!¡La luna es de queso y se pondría rancia tan pronto se baje del cielo!" dijo otro
"¡Es imposible!Su majestad podría juntar todas las escaleras del reino, y aún así no llegaría!" dijo uno.
"¡Simplemente imposible!La luna es plana, plana como una moneda y esta pegada al cielo!" dijo un tercero.
Y así entre el rey más preguntaba más imposible le decían que era, al punto de que comenzó a perder las esperanzas y ¡por poco enferma el tambien!.
El bufón una ves más corrió a hablar con la princesa, para hacerle compañía.
"Dime una cosa princesa, ¿es la luna de queso?" preguntó el bufón a la princesa."¡No!Jeje claro que no, la luna es de plata ¡por supuesto!" respondió la pequeña.
El bufón buscó una vez más al rey y le contó lo que la niña había dicho.El rey sin pensarlo hechó a todos los sabios y llamó al ofebre real. "¡Fabrica una luna de plata!" le ordenó pero el ofebre se negó, ya que eso dejaría al reino sin un gramo de plata.El bufón le hizo ver al rey que el ofebre tenía razón y le pidió permiso para retirarse y hablar con la princesita una vez más.

El Rey reconoció su error.Y el bufón salió corriendo a hablar con la pequeña. "Dime princesa,¿de que tamaño es la luna?" La princesa pareció pensarlo un poco "No es muy grande." respondió al final mirando divertida al bufón "¿Pero es más grande que nosotros?" le preguntó el bufón "Jeje no!No es más grande que mi dedo pulgar!Por que si lo pongo enfrente mio y cierro un ojo puedo taparla" dijo haciendo el ejemplo.El bufón le sonrio "¡Oh ya veo!" dijo.

Y despidiéndose se marchó una vez más regresó con el rey, le pidió al ofebre que fabricará un medallón de plata redondo del tamaño de una uña, y el ofebre accedió.

Al día siguiente cuando el medallón estuvo terminado el bufón entro con una gran sonrisa al cuarto de la niña y le entregó el medallón.Ese día la niña rió, saltó y corrió.Volvió a ser feliz y risueña como antes.Y el Rey se sintió feliz.
Pero cuando llegó el atardecer el rey parecía demasiado triste. "¿Que sucede su majestad?" preguntó el bufón."Es que...esta noche cuando la luna salga la princesa se dará cuenta que la que cuelga de su cuello es falsa..." dijo con una enorme tristeza.
El bufón asintió y cuando cayó la noche fue a hablar con la princesa que miraba la luna de nuevo.El rey se quedó escuchando tras la puerta "¿Cómo es posible que la luna este allí afuera si la tienes colgando del cuello?" le preguntó el bufón. "Jeje por que esta es sólo un pedazito de la Luna, no la querría toda ya que todos tienen derecho a contemplarla.Mira cuando la Luna se esta de frente no se ve el hueco, pero cuando se da media vuelta y se pone de perfil se puede ver el hueco que le quedó por regalarme este pedazito.Por eso le estaba agradeciendo!" dijo la niña muy alegre.Y el bufón le sonrió muy contento y sorprendido con la sabiduría de la pequeña.

Fin~

Contó la sacerdotisa, Luka parecía fascinado con el cuento.
-Así que el bufón resulto ser más sabio que todos los sabios de la corte, y la niña más sabia que todos!- dijo él, el conocimineto científico no era la única sabiduría.
-Así es, tambien muchas veces hacer feliz a los que queremos es más fácil de lo que creemos, solo hay que saber escuchar.- comentó Aerin.Pero no me importa demasiado el siginifcado del cuento, lo cierto es que simplemente me gustaba.Siempre ha sido mi favorito.

-¡A quien te recuerda debe ser muy especial!- dijo Luka.Aerin dio una breve sonrisa y le acaricio el cabello.
.-Anda vuelve a tu casa o tendrás problemas- le dijo.El niño asintió y salió corriendo para regresarse.Ella lo supervisó hasta que estuvo a salvo.

Luego regresó al refugio lanzó un suspiro y volvió a mirar la luna.Se preguntó donde estarían sus amigos, y si se encontrarían bien, ya había pasado demasiado tiempo...demasiado...por un momento se preguntó si ya se habían olvidado, del próposito o unos de otros...o quizás ya estuvieran juntos. Descartó esas ideas y siguió contemplando la luna.  
PostPosted: Sun Oct 09, 2011 6:00 pm
Aerin practicaba una vez más, con ropas flojas,y el cabello bien atado, ahora era mucho más largo, aún así lo mantenía atado de forma que se viera en extremo corto, y a veces consideraba cortarselo, pero siempre terminaba por deshechar la idea.Cerca del agua como siempre, y practicaba con el aire.
Había pasado demasiado tiempo...como extrañaba a sus amigos, hace algunos meses incluso había dejado de sonreír. Aún le hablaba con cariño a Luka de vez en cuando pero eso era todo.
Una vez hubo terminado con el entremanamientos avanzó hasta sus cosas donde Dragón estaba hechado el muñequito de Argeil arrecostado, parecía que miraba el cielo.Aerin tomó uno de sus libros, y la insignia del león que habían fabricado para cada uno del grupo cayó.
Aerin la tomó con mucho cuidado, y recordó la señal que había mandando Gabriel. Tres años, quizás ya había pasado un poco más de la mitad... ya había pasado demasiado tiempo hace tanto había dejado de contar las noches....y en realidad no estaba segura de si quería regresar, ahora era tan diferente.Se miró en el reflejó del agua. No era tan diferente, quizás no quería regresar por que no quería dejar a Luka, y llevarlo con ella sería una locura, aunque el niño había crecido muchísimo, y se había fortalezido demasiado.Aerin le había enseñado como usar sus habilidades de premonición para luchar, y ahora servían bastante mejor, aunque seguía teniendo problemas.Se miró un poco más.No..sí estaba diferente, estaba más fuerte, pero ahora sin emociones como antes.Se levantó sacudiendose el polvo y soltandose el cabello.

-Ahora que lo pienso...hace días Luka no viene a practicar...- comentó a Argeil y a Dragón preocupada, ella pasaba largo periodos sola pero recordaba que usualmente Luka interrumpia esos periodos.
Ya muy preocupada decidió buscarlo, buscó por todo el pueblo, pero nada...
De pronto se enojó mucho esto era culpa del padre de Luka, podía sentirlo.Bien pues lo dentendría.
El problema era que no sabía como llamar la atención, pero de pronto un libro vino a su cabeza....uno de los primeros que leyó "Hubo un país".
Corrió a la biblioteca , esquivando a los guardias con facilidad, tomó el extraño libro y salió corriendo.
En Frietz había una tarima, parecía que estaba ahí por si alguien tenía algo importante que decir,Aerin siendo aún perseguida subió de un salto pero cuando estaba abriendo el libro y comenzando a gritarlo a todos los que estaban allí.Apareció aquel hombre, el padre de Luka.
-Atrapenla- dijo con desprecio.
Los extraños guardias de la bilbioteca intentaron tomarla por los brazos, sin embargo Aerin estaba mucho más fuerte, por lo que en unos segundos los noqueo a todos, ahora conocía los puntos exactos.

Aparecieron más tres guardias que portaban cruces.
-
Me desharé de ellos en dos segundos...-
le advirtió con tono frio la sacerdotisa.
-¿Y el pequño Luka? Alguien tendría que pagar tus crimenes...- amenazó el hombre.
-¡Maldito!¡¿Le harías eso a tu hijo!?- gritó Aerin con desprecio.Todos los habitantes de Frietz comenzarón a murmurar.El hombre maldijo por lo bajo.Aerin se había dejado sujetar por los guardias.
-Esta mujer ha metido extrañas ideas en la cabeza de mi hijo, ¡el príncipe de Frietz!Y el como es ciego no pudo dislumbrar la luz!- dijo y todos comenzaron a abuchearla.
-Eso no tiene sentido- dijo ella.Impactada, así que ese hombre era el Lord y rey de Frietz...y Luka era... ¿príncipe?
-Sin embargo te tengo una propuesta....traiganla- dijo él con una desagradable sonrisa.

Aerin se iba a negar pero por el bien de Luka accedió.
Luego de mucho caminar la llevaron a una mansión...no,a un castillo... nadie en Frietz tenía dinero, todas las casas era humildes, pero ese castillo era gigante....Una razón más para odiar a ese hombre. Fierned.
La llevaron a un cuarto donde varias mujeres la ayudaron a vestirse ella a regañadientes aceptó, le hubiera dado un puñetazo a cada una por quererle poner un estúpido vestido...pero ellas no tenían la culpa.Luego le acomdaron el pelo con algunas trencitas que se amarraban todas atras, gran parte del cabello de atrás suelta, el flequillo le cubría ligeramente la cara.
Aerin no comprendía nada ¿para que quería bonita?¿No la iban a meter a la cárcel?
-Se ve muy linda señorita, el señor estará muy complacido- dijo una chiquilla de las que la alisto.
¿¡Que!?El señor?Y a ella que demonios le importaba como "el señor" la viera? Se mantuvo callada y siguió a las chiquillas que la llevaron a un gran banquete donde estana Lord Fierned, Luka, una niña que debía ser la hermana de Luka, otra chiquilla uno o dos años menor que Luka y una mujer.
-Bienvenida querida, te presento a mi hermana Elineer, y su pequeña hija Rena- dijo señalando a la mujer y a la niña pequeña.La mujer vestía trevido pero elegante, y tenía unos hermosos ojos verdes, al igual que la chiquilla de pelo negro, aunque los ojos de la niña eran verdes más encendido.
-Esta otra es mi hija Sorain y bueno al pequeño Luka ya lo conoces- dijo el hombre, la chiquilla que era unos años mayor que Luka hizo un sonido despectivo y miró en otra dirección.
Rena por otro lado le sonrió timidamente. Y Luka parecía querer correr a abrazarla.Aerin avanzó y se sentó al lado de Luka, más gente llegó a la enorme mesa, y todos la veían de una manera extraña, luego el hombre la tomo de la mano y la sacó del castillo, ya era de noche y había muchísima gente afuera, todo el pueblo.
-¿Que es esto?- preguntó Aerin con desconfianza.
-Querida, todos han notado que has leído más que cualquier habitante en este reino. Lo que has hecho con mi hijo es casi imperdonabl, meterle ideas del mundo exterior.Sin embargo yo! Rey y señor de Frietz, estoy dispuesto a perdonarte, a cambio de una cosa, una pequeña cosa que llenará el corazón de este amable hombre de felicidad.Ya que has demostrado ser la que más puede leer de aquí, y la madre de Luka murió con el nacimiento del niño, a cambio de tu perdón quiero pedirte que- Aerin temía lo que venía a continuación- seas mi esposa y señora aquí en Frietz.Que me ames como a ningun otro hombre!- Todo el mundo lanzó un exclamación.
Aerin lo pensó por un segundo, sabía que si decía que no seguro le costaría la vida o la libertad...pero libertad al lado de ese hombre no sería libertad.
Para evitar represarías contra Luka debía ser educada.
-Lo lamentó mi señor, pero mi corazón y amor le pertenecen a otra persona.- dijo con voz educada.
-¿Que?¡Pero yo te puedo dar más que eso!-gritó el hombre. Aerin negó con la cabeza y el hombre se lleno de cólera dandole una cachetada delante de toda esa gente, ella recordó como Ifrit la golpeaba y cerró los ojos para controlarse.
-¡No!-gritó Luka como si hubiera visto que sucedería.
-Llevenla a celda...- dijo el hombre con odio, mientras todos murmuraban.
-Y ustedes regresen a leer!Recuerden que leer es todo lo que podemos hacer!- todos corrieron de vuelta escuchando la ira del hombre.

Ya estando en la celda Aerin se paralizó un momento recordando la prisión en la que estuvo...pero en esa no la ayudarían...Gabriel no iba a vencer al guardia gigante de la entrada, y Zero no llegaría a quitarle las cadenas.Esta vez ella se tendría que salvar...pero tendría que huir con Luka..no quedaba otra opción o sino lo dañarían...no podía dejarlo solo...
En eso una manita se metió por la reja.
-Aerin estás ahí?Siento tu energía...estás bien?- preguntó una voz infantil...la de Luka!
-¿¡Luka que haces aquí!?, si estoy bien.-
-He engañado al guardia-
-Luka...debemos irnos- dijo Aerin rompiendo la puerta, de una patada, con una fuerza sobrehumana, proporcionada por el veneno de vampiro.Corrió y tomó su cruz.

Luego salió corriendo con Luka de la mano solo tuvieron un percance, la pequeña Rena en la puerta frotandose los ojos.
-A donde van?Puedo ir?- dijo con voz infantil, Luka se le acercó y la abrazó.
-No pequeña, quedate aquí y no digas que nos viste de acuerdo?- la niña asintió.
-¿Volverás verdad?- dijo la primita de Luka asustada y despabilandose.
-Lo haré- dijo Luka con una sonrisa.
-Ahi estan!- gritó la voz de la hermana de Luka.

Aerin tomó al niño en brazos y salió corriendo del castillo, corrió más rápido que nunca y sólo se cansó un poco.Cuando llegó recogió todas sus cosas.
-Hay que irnos de Frietz-
-Pero...-
-Yo te cuidaré Luka.- le dijo ella acariciandole el rosto tiernamente.
Se amarró el cabello de forma de que pareciera en extremo corto y se puso una capucha, y a Luka le vendó a Luka el ojo rojo, de forma que solo se le vería el verde.
-Aerin, ¿por que no sólo accediste a casarte con él?Serías como mi madre, y el moriróa pronto, todo Frietz sería tuyo.-dijo Luka mirando el piso sin mirar.Debía apurarse.
Aerin se agachó y lo abrazó.
-No necesito estar con tu padre para querete y protegerte como una hermana mayor o una madre.-
-Pero...-
-Mi amor es todo cuanto tengo si lo niego o lo vendo,¿para que respirar?...Además he hecho algunas promesas que no he acabado de cumplir...- le respondió ella simplemente, se quitó el vestido, ahora iba vestida como un chico para pasar desapercibida, tomó a Argeil y se lo colgó de collar, y Dragón parecía lista para seguirla.
Corrieron un poco pero Luka se detuvo.

-Aerin....este es mi reino...soy el heredero al trono...mi hermana no será buena reina..será igual que mi padre...y mi prima es muy pequeña aún...toda esa gente....toda esa gente seguirá sufriendo si huyó...No soy ningún cobarde...Tu me lo has enseñado...Cuando tenemos algo que proteger nos hacemos realmente fuertes...no puedo huir...No permitiré que me dañe ni a ti..y ¡¡haré que este pueblo sea próspero!!Tienen que escucharme soy el heredero...- dijo Luka.
Aerin se quedó en silencio...el niño tenía demasiada razón.
-Luka.....-Aerin lo tomó de la mano y empezó a caminar de vuelta.
-Yo puedo volver solo no tienes que ayudarme- le dijo con una carñosa y cansada sonrisa.
-Si esa es tu desción te apoyaré en todo- le dijo muy seria.
Luka asinitó timadamente.
Aerin asintió y con mucho valor regresaron  

Yue Koh

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Yue Koh

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PostPosted: Mon Oct 10, 2011 4:47 pm
-Luka, escuchame con atención-pidió Aerin,Luka asintió. -Bien yo lucharé para distraer a todos pero necesito que entres y con ayuda de tu prima me traigas el libro azul que debe estar en la habitación de tu padre, por que me lo ha quitado solo hace unas horas.- le dijo la sacerdotisa a Luka pronto amanecería...
El chiquillo salió corriendo mientras ella distaría a los guardias.Ahora habían muchísimos, arqueros y espadachines del rey, pero solo tres o dos llevaban cruces.

-¿El miedo te ha traído de vuelta?O ¿es acaso que has cambiado de opinión?- dijo el rey saliendo, con una enorme escolta.
Aerin dio unos cuantos pasos hacia adelante, y negó con la cabeza.
-Ya tengo mucha gente tras de mi, Luka se quiere quedar en Frietz por que es honorable.Y quiero venir a verlo cuando se me antoje, por lo que le voy a demostrar que aquí el que tiene que temer es usted.- dijo Aerin son un tono que le mando escalofríos a todos.En realidad de nada le servía eso, puesto lo que en realidad quería era liberar de una vez por todas al pueblo de Frietz.

Pudo escuchar el murmullo de mucha gente cuestionando al rey, otros abuchandola, y otros asustados.
-Guardias...- dijo el rey con odio.
Todos la rodearon,Aerin se mantuvo quieta.
-Pienselo bien, mi señor.Usted les ordenará a sus arqueros disparar, yo con mucha facilidad me agacharé y las flechas terminaran dentro de sus aliados, luego llegaran los guardias con espada, no podrán rodearme todos y podré manejarlos facilmente...yo saldre de aquí sin un rasgño, te mataré, obligaré a tu odiosa hija a renunciar al trono Luka será rey y todo estará solucionado.Pero saldrán muchos heridos...no prefieres ahorrartelo?- dijo con tono seco.
Al hombre lo cegó la ira -Quiero su cabeza!-
Aerin suspiró y luchó contra esos hombres, noqueandolos fácilmente y muchos tutubeaban antes de atacar.Pero en eso el pueblo se acercó con lo que tuvieran, machetes, lo que fuera.
-E-es nuestro rey!- decían con dudas.
Aerin no podía atacar a esa gente inocente...el pueblo de Luka....además Argeil estaba aún colgando de su cuello, por lo que el lado vampírico se mantenía dormido, y la razón predominaba.
<> pensó la chica.

Y por distraerse la golpearon con un martillo en la cabeza.Que tonta había sido ella jamás se distraía, pero que sucedía con Luka la tenía demasiado preocupada.Se puso la mano en la cabeza evitando que brotará la sangre.Si quería podía acabar con todos ellos...pero eso no solucionaria nada...nada...

-Dentenos!!!- gritó una voz infatil.
-Ya basta!- gritó otra
Eran la pequeña Rena y Luka. La madre de Rena pareció molestarse y la llamó pero la niña negó con la cabeza y tomó la mano de su prima.Sonrain simplemente hizo un sonido de molestia, mientras maldecía a Aerin.

-Eso es todo lo que haces!Pervertir la mente de niños inocentes con ideas del mundo exterior!Atrapenlos o traeran la perdición a Frietz!- lo guardias parecieron dudar.

-¡Esperen!Este libro es el primer libro que tuvimos el conocimiento de Frietz se almacene en este libro debe haber una razón por la que el rey no quiere que lo leamos!-gritó Luka, su prima sostenía el libro.
Y el rey pareció descontrolarse, en Frietz casi no había habitantes, quedaban ya demasiado pocos.Y todos callaron.

-¡No!Deben quitarles el libro, ese no debe ser leído pronto!- dijo el rey, pero ahora todos dudaron.
Y los extraños guardias de la biblioteca eran entrentenidos por Aerin, que los mantenía lejos de los niños.
Luka no podía leer por lo que le tiró el libro a Aerin.
-Aerin!- gritó la muchacha saltó en el aire y lo tomó.
-¡Barrera Espejo!- gritó y pronto los guardias no podían ni acercarsele sin ser repelidos.

Esta vez todo el pueblo miró a la sacerdotisa que abrió el delgado libro, casi todas sus páginas estaban en blanco, pero ella leyó las que tenían letras esta vez nadie la detuvo mientras le gritaba a los pocos habitantes de Frietz:

" Hubo un país hace mil años, una vez,
que andaba mal porque no había qué comer.
Entonces vinieron profetas a enseñar,
con muchos libros que había que estudiar.
Todo se leyó, todo se aprendió
del sueño que había en los libros,
palabra a palabra.
Las herramientas fueron olvidadas
por la fantasía.

Pero después no se sabía como arar,
pero después no se sabía martillar,
pero después no se sabía ni coser,
porque después las herramientas
despreciaron a los hombres.

Hubo un país hace mil años, una vez,
que aprendió la gran lección de subsistir
y poco a poco fue sabiendo como usar
cada máquina para poder llegar.
Todo se sembró después de aprender
que el mundo se alcanza sudando,
segundo a segundo.
Y el sueño al lado de las herramientas
para repararlas.

Lo que cambió la realidad fue trabajar,
lo que cambió la realidad fue aprender,
lo que cambió la realidad fue discutir,
porque la vida no es un sueño
"y los sueños, sueños son". "


Todo el mundo callado, obviamente era la historia de Frietz... y ahora ya todos sabían que hacer...no se trataba solo de leer, sino de aprender, de trabajar....necestiban más acción, y era solmanente justo compartir el conocimiento con el resto del mundo.
Luka abrazó a Aerin entre contento y asustado como si acabará de enterarse de algo que ella no.
-¿Que viste Luka?- preguntó ella.
-Escucharán lo que has leído...pero......mi padre...el va a...CUIDADO AERIN!- gritó Luka unos segundos antes de que el rey Fierned intentará atacarla con una espada gigante...una cruz, Aerin se interpuso entre Luka, Rena y el Rey, de manera de que no pudiera dañarlos, el golpeo pero el ataque fue reflejado en el suelo muy cerca de él.
-CRUSH- gritó el hombre y la espada creció aún más.
-Viento- dijo Aerin simplemente y una bola de aire le quito potencia al golpe.
El hombre rio y esta vez dirigió su ataque a Luka, Aerin corrió pero duró demasiado en reflejar el ataque y le dio a ella en el hombro, Luka saltó para atrás ya que lo habí visto venir.
-Maldito...- dijo Aerin conviritendo su cruz en una espada identica a la de él.
-CRUSH- gritó ella ahora
-N-no puedes ese es mi ataque...-
-Puedo...- dijo ella, el rey intentó desviarlo, pero la sacerdotisa fue más precisa y la espada gigante del hombre se quebró a la mitad, mientras que la de la sacerdotisa solo volvía a ser una cruz.
Se le acercó y pusó una mano al frente de él
-N-no me matas por favor...te daré lo que quierás!-
Aerin lo miró con desprecio y arqueo una ceja.
-No soy como tú...no cobro a cambio de vida...Pero te haré pagar...- dijo con desprecio.
-Luz Sagrada- dijo y de su mano se iluminó de una manera increíble, ella la presiono contra los ojos del hombre, y una vez la removió el no veía nada.
-Q-que es esto!?Mi visión!!Mi ojos!!!!- decia desperado.
La hermana, Elineer corrió a su lado, pero el hombre la apuñaló creyendo que era Aerin, aunque la sacerdotisa corrió y logró lograr que apenas fuera un rasguño
-No...-
-MAMA- gritó Rena.
El hombre con desesperación la abrazó lloraba, aún sin poder verlas, y luego se levantó y salió corriendo.
-Por que..yo lo amaba...era mi hermano, pero más que eso...y tu maldita extrangera...tu solo has estado aqui que dos?tres años? Pero el te deseaba....a ti...por como leías...maldita!!-
Aerin se mantuvo callada mientras la mujer lloraba, pero luego se levantó a punto de lastimarla.
-Guardias- dijo una voz infatil y los guardias dudando un poco tomaron a la mujer.
Aerin solo le sonrió debilmente a Luka, era increíble lo fuerte que era el chiquillo.Rena parecía triste por su madre pero al mismo tiempo se mantenía fuerte tomando la mano se su primo.

Todos los habitantes aplaudieron al nuevo rey, al rey niño ciego como le llamaban algunos, sin embargo todos lo respetaban.

"Pudiste haberle sacado los ojos..." le dijo aquella voz en su cabeza, ella abrazo el peluchito de Argeil y la voz cayó <> se dijo.


Los días pasaron Aerin había terminado absolutamente todos los libros.Y luego de asegurarse de que todos los guardias y consejeros de Luka eran de fiar,ya estaba más tranquila. El niño quería que se quedará y Rena quería que la entrenará a ella tambien...Y todos la invitaban a ser parte de Frietz, de tomar el puesto que quisiera.
Ese día estaban celebrando el buen cambio que habían realizado.Aerin había sin emabrgo no celebraba con el resto, estaba sentada en una colina, desde la que se veía el horizonte, la brisa fria le pegaba en la cara.Y aunque debía estar contenta...aunque debía sentirse satisfecha no podía sentía como si tuviera un vacio...como si le faltara tanto algo....Pronto las palabras comenzarón a salir de su boca:

Hoy mi deber era cantarle a la patria
alzar la bandera, sumarme a la plaza
hoy era un momento más bien optimista
un renacimiento, un sol de conquista
pero tu me faltas hace tantos días
que quiero y no puedo tener alegrías
pienso en tu cabello que estalla en mi almohada
y estoy que no puedo dar otra batalla.

Hoy yo que tenía que cantar a coro
me escondo del día, susurro esto solo
¿Qué hago tan lejos dándole motivos
a esta jugarreta, cruel, de los sentidos?
Tu boca pequeña, dentro de mi beso
conquista, se adueña, no toca receso
tu cuerpo y mi cuerpo cantando sudores
sonidos posesos, febriles temblores.

Hoy mi deber era cantarle a la patria
alzar la bandera, sumarme a la plaza
y creo que, acaso, al fin lo he logrado
soñando tu abrazo, volando a tu lado.





Luego se cubrió la cara con una mano, pero al rato sintió una mano acolachadita encima de la suña, y un cuerpo peludo contra su otro brazo.

-Argeil...Dragón...-dijo tomandolos a ambos mientras seguía viendo el horizonte.  
PostPosted: Tue Oct 11, 2011 9:18 am
Aerin observó con gran orgullo la coronación, Luka se comportó a la altura al igual que Rena, quien se mantuvo al lado de su primo en todo momento, la chiquilla era ahora como los ojos del niño.
Todos aplaudieron al nuevo rey, luego hubo un enorme banquete en su honor.Todos en Frietz aportaron y comieron, y le dieron varios regalos al niño.
Incluso Aerin, ella le dio con mucho cariño un anillo que ella misma había hecho, lo había bendecido varias veces con sus habilidades y ahora el anillo tenía propiedades protectoras, y lo ayudaría con sus habilidades.
A Rena le dio cuatro o cinco sesiones de lucha, la niña era fuerte y valiente y aunque fue poco aprendió bastante.
Ahora Luka y Rena llevaban una cruz, a diferencia del resto en Frietz, Rena llevaba la de su madre, un elegante espada que tenía la función de látigo, mientras que Luka llevaba una que guardaba su padre para el heredero o heredera, un par de katares que resultaban muy útiles, a Aerin le gusto bastante esa cruz por lo que pidió a Luka que le mostrará ataques para poder copiarlos en el futuro.

Luka no contó nada sobre su poder por que la gente querría utilizarlo, sin embargo planeaba utilizarlo para reinar sabiamente.

-Aerin.- dijo mientras la abrazaba y lloraba sin parar.
-Luka, pequeño no llores.Tu prima que es más pequeña se lo ha tomado mejor.- le decía ella acariciandole el cabello con mucho cariño.
-¿De verdad te tienes que ir?- preguntó él.
-Sí Frietz esta fuera de mapas, por lo que podría tardar demasiado en encontrar el Monte Ash.... de hecho me he quedado más de lo debido.-
-Han sido los mejores años de mi vida, ¿necesitas guardias que te escolten?- preguntó Luka.
-No claro que no, bien sabes que puedo cuidarme sola- le dijo la sacerdotisa.
-Te ves diferente a cuando te conocí.- dijo el niño entre risas.

Y si se veía diferente llevaba una capucha que le cubria casi todo el cuerpo y si se la cerraba por completo todo, unas botas, medias altas y un short blanco,varias fajas y bolsas, todo confeccionado por ella. Su pelo era más largo y su piel se había vuelto más pálida por el veneno, además de que sus rasgos eran más finos y su cuerpo se veía trabajado.Seguía llevando su cruz en el cuello y la gargantilla negra que tenía antes.Pero su traje de sacerdotisa estaba arruinado desde hace un tiempo y no pensaba conseguir otro por ahora.

-Me siento diferente. Luka te agradezco por todo. - respondió ella con una pequeña sonrisa.
Luka le dio muchas monedas de oro y de plata, de forma que no pasaría hambre durante mucho tiempo,tambien le dio un pin que el mismo habia confeccionado con ayuda de los herreros, Rena le regaló una pulserita que ella había hecho. Y le dieron varias proviciones pero ella rechazó gran parte diciendo que necesitaba viajar ligera.Luego se despidió diciendo que debía terminar de empacar.

-Argeil, Dragón ¿están listos?Partiremos pronto...- tanto el muñequito como el gato parecían dormidos,supiró pero ambos parecieron despertarse, Aerin tomo a Argeil y se lo colocó en el hombro curiosamente el muñequito parecía agarrarse de su cabello.Y dragón parecía una hermosa pantera en miniatura, aunque muchísimo más grande que un gato común.La seguía con paso elegante.

-Aerin!- volteo y vio a Luka, Rena, varios guardias y tambien buena parte del pueblo, venían a despedirla.Luka bajó y la abrazó, unas lágrimas más se escaparon, Aerin se las limpio con cariño.
-¿Volverás cierto?...- preguntó Luka.
-Volvere por supuesto, volveré a ver el gran trabajo que habrás hecho, yo a veces tambien puedo ver el futuro, y ¿sabes que veo?...Que serás el mejor rey que Frietz haya visto, y uno de los mejores del mundo, eso es algo digno de volver a ver.- le dijo ella con una sonrisa y lo abrazó, él la abrazó mas fuerte aún.
-Ojala te pudieramos dar al menos un caballo.- diji Luka con un suspiro.
-Los kulski lo matarían, tienes que encargarte de ellos tambien para abrir rutas de comercio.- le dijo ella peinandolo para atras.
-Lo sé!Lo haré!Adios Dragón te extrañaré, y a ti tambien Argeil espero que vuelvan tambien!- dijo el niño acariciando al gato y dandole palmaditas al peluche.
La hermana de Luka había huido junto al padre, ya que este era ciego seguro le ayudaba, no se supo nada de ella.
-Aerin!- dijo Rena mientras la abrazaba,Aerin le devolvó el abrazo.
-Los quiero pequeños cuidense mucho, y no dejen que los manipulen, tienen muy buenos hombres y mujeres a su cargo, confien en los que les he dicho que confien.- les dijo dandoles un beso en la nariz a cada uno.Los niños rieron aunque Luka luego se quejó ,diciendo que ya no era un niño.
-Cuidalos bien- le dijo a uno de los hombres, en el que mas confiaba tenía cabello castaño oscuro y ojos cafe miel.
-Lo haré , mi señora.- le respondió el hombre y otros guardias asinitieron, todo Frietz asintió, ellos cuidarían a su rey.
-De acuerdo adios pequeña y poderosa princesa.- le dijo Aerin a Rena mientras la abrazaba, le había dado una prensa con forma de flor que la niña siempre llevaba puesta.La niña rio y la abrazó para luego retirarse
-Adios mi valiente rey.- le dijo a Luka dandole otro beso, esta vez en la frente.

-Que las estrellas guien tu camino, y la luna te protega en tu andar.- recitó Luka, una frase caracteristica de Frietz.-Te quiero Aerin, cuidate por favor~ y regresá!-

Aerin asintió y estuvo a punto de quedarse al verlos tan valientes, tan inocentes...pero debía partir, así que con todo el dolor de dejarlos se puso la capucha cubriendose la cara y caminó hacia el frente.
-Lo se, será un buen rey.- le dijo a Argeil que seguía en su hombro mientras Dragón los seguía.

Después de un rato de caminar, el atardecer comenzó a aparecer, y Dragón hizo un extraño sonido.Aerin miró alrededor...Kulski, decenas de ellos la rodeaban.
La sacerdotisa guardó a Argeil y Dragón se mantuvo cerca.
Los kuslki atacaron y le hicieron algunos rasguños, pero el veneno de nuevo era contrarestado y esta vez ella si tenía armas.Las convirtió en los katares de Luka. Y luchó contra las criaturas, pero salían más y más.
Uno la hizo estrellarse contra un árbol y estaban a punto de arremeter pero se detuvieron un Kulski color verde limón se paró enfrente de ella y le hizo un extraño sonido, como de advertencia, era aquel que ella había vencido sin armas. le señaló el camino con la cabeza como diciendole que se apurará antes de que se arrepintiera.
-Te lo agradezco...- dijo Aerin todos los demás kulski parecían furiosos.Pero fue suficiente distracción Aerin tomo a Dragón y corrió lejos de allí, hasta que finalmente estuvo fuera de Frietz.Lo primero que notó fue que hasta el aire era diferente.
Argeil nuevamente estaba en su hombro y la mini pantera que parecía Dragón la seguía con paso elegante.
-Tambien debo agradecerles a ustedes, siempre estuvieron allí...- les dijo a ambos tomo a Argeil y besó la frente del muñequito como había hecho con Luka y a dragón lo alzó y le besó la nariz.Luego su rostro se tornó serio de nuevo por un momento.
Seguía con la capucha cubriendole el rostro, pero tenía una leve, casi imperceptible sonrisa, pronto estaría con sus amigos de nuevo.


Caminó por la montaña durante bastante tiempo soportando el frio, muchas cosas extrañas habían pasado durante el viaje y muchas que aún no terminaba de comprender.Ahora la soledad era absoluta, excepto por sus fieles compañeros que seguían allí. Aerin cada noche le contaba un cuento a Argeil. y esa era la manera en que pasaban el tiempo, cazaba y comía lo que necesitaba para luego seguir.  

Yue Koh

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PostPosted: Sun Oct 16, 2011 6:44 pm
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Finalmente al salir de la montaña llegó a un prado en el cuál a lo largo se veía el mar.Luego el destino quiso que encontara una taberna, se puso la capucha y se cerró la gabardina de modo que no se distinguiera su genero, a menos que el espectador fuera muy observador.Entró.
Y se encontró la desagradable sorpresa de muchos hombres manoseando a una mesera, o intentándolo, la chiquilla de unos quince años se debtía fieramente.El ecapuchado caminó hasta ellos.Llevaba el muñequito en el hombro.Uno de los sujetos se levantó y le empujó como retándole entre risas.
-¿Aún juegas con muñecos, chico?¿Que eres una niñita?- dijo apunto de agarrar a muñequito.Pero el encapuchado le torció el brazo haciéndolo caer, y con un dedo le hizo señal de que no debía tocar al muñequito.El hombre pareció asustarse mucho y salió corriendo.
Otro se le acercó.
-Vete chico búscate la tuya.- le dijo refiriéndose a la mesera.
Pero el encapuchado simplemente lo lanzó lejos. Los otros hombres se quedaron asustados mirando a la figura encapuchada sin embargo en eso llego el tabernero.
-¡Alto!- dijo el hombre, el encapuchado tomó la mano de la mesera alejandola de esos cerdos y se acercó al tabernero junto con la chica.Y el tabernero explicó que esa chiquilla de quience, era su hija, y que él había salido un momento, que le agradecía haberla salvado de esos cerdos.
-Usted sabrá señor que las mujeres no pueden defenderse por si mismas, pero a veces tengo asuntos que hacer y no me queda más remedio que dejarla.- dijo el tabernero al encapuchado.
El encapuchado arqueo una ceja y se removió la capucha.
-Ah no me diga...- dijo en un tono sarcástico, el hombre quedó casi en shock.Un cabello muy liso y entre verde y morado con tonos de plateado, cayó sobre los hombros de Aerin como una cascada , y al quitarse la capucha se exhibián tambien sus ojos que parecían ocultar algo y su cara seria y evidentemente femenina.
-U-usted..es..u-una chica!Vaya...eh lo lamento ¿que se le ofrece?Lo que pida va por la casa!- dijo algo asustado de que la chica se vengará por sus palabras.Pero Aerin solo negó con la cabeza.
-Digame ¿que sabe de Gabriel Sparda y su grupo?- el hombre creyó que la chica era una mercenaria de la mano de la sombra o de la hermandad que buscaba elimar a Gabriel y a su grupo por lo que respondió:
-Oh si si, esos despreciables, al parecer desaparecieron hace tres años en el Monte Ash, y de ninguno se sabe nada, se cree que todos estan muertos...Excepto ese tal Alejandro Marquez, que forma parte de los once posibles..dicen que se ha convertido en pirata.-
-¿Pirata?- preguntó Aerin algo sorprendida.
-Si bueno, no cualquier pirata "El Capitan Alejandro Twin Blade Marquez"-
La sacerdotisa sonrió, pero retomó el rostro serio a los pocos segundos.
-Ya veo...que nombre más largo, y ¿donde se encuentra?
-Señorita es afortunada, ya que se encuentre a una hora de aquí, es un puerto de solo piratas donde restablecen sus proviciones, si parte ahora mismo creo que le alcanzará.-
Aerin asintió le dio unas cuantas monedas y le dijo a la mesera que se cuidará, sin más salió corriendo con Dragón siguiendola y Argeil en su hombro que parecía agarrarse de su largo cabello para no caerse.Debía encontrar a Alejandro lo más pronto posible...No había forma de cruzar ese mar, ya que nunca habían barcos comercientas, o de transporte debido a que en ese mar abundaban los piratas, y para llegar al Monte Ash tenía que cruzarlo.
Corrió lo más veloz que pudo y en cuarenta minutos y jadeando un poco estuvo allí en cuarenta y siete minutos.Creyó que había llegado tarde por que no veía a Alejandro por ninguna parte pero uno señor le dijo que era el barco que estaba atracando.Suspiró...y le dijo al peluchito que viajaba en su hombro.
-Al parecer lo hemos encontrado....Vamos...-  
PostPosted: Sun Oct 16, 2011 6:45 pm
Aerin después de los tres años:

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Sala de Roleo - - - - (Para todos los roleplayers)

 
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