El Logaritmo De La Vida
- … y por medio de logaritmo, podemos invertirlo convirtiéndolo en un antilogaritmo para poder hallar el arco tangente del ángulo inverso de la señal que estamos enviando por el cuadrante. De manera que la señal binaria, pueda tener una mayor taza de transferencia y aplicando la siguiente formula…
Estoy escuchando lo que el docente me dice, entiendo gran parte de lo que habla pero hay algo mas que esta sucediendo. Lentamente siento la monótona voz cada vez más lejana, más distante y ajena a mà y la luz se va tornando oscuridad y de nuevo puedo ver la luz iluminarme una vez más.
Puedo ver como los nĂşmeros van corando vida y las letras van adquiriendo movimientos. La i al estirarse y sin querer golpeĂł a la o con el punto, la o esta enojada y rueda sobre la i, que queda tendida en el suelo por el peso de la o.
La j y la a al ver esto se ponen a reĂr, esto no le gusto a la i que agarro el punto y se lo lanzĂł a la j, le dio al punto y la j ahora se ve como un 1 mal hecho. Todos rĂen y la j1 mal hecha se empieza a burlar. De más allá el 1 ve como se están burlando de el y se enoja, reĂşnen a todos los nĂşmeros.
- No puede ser posible que se estén burlando asà de nosotros las letras… tenemos que hacer algo… ¡Esto es guerra!
Viene el 2, siempre tan pacĂfico y volando por las nubes. Habla con los nĂşmeros.
- No hermanos… no debemos hacer la guerra, a sus risas y ataques respondamos con amor. Sean coherentes no ganamos nada atacándolos, amemos a nuestros semejantes. Paz y amor hermanos, paz y amor…
- ¿Paz y amor? ¡Eso no funciona! ¡A sus insultos respondamos con ataques! ¡Que sepan quienes somos nosotros los números y signos!
El 6 habĂa hablado y su mellizo el 9 estaba de acuerdo, el 4 con el 8 le daba el viva mientras el 0 no sabĂa que hacer ya que su prima la o estaba en el otro lado. Es cuando el = empieza a juntar a los : para poder empezar el ataque. El + junto con el -, el / y la * se arrinconan detrás del igual por si sucediera algo y para poder controlarlo, “A veces se descontrola con los : y se iguala terriblemente “decĂan.
Las letras no sabĂan nada de lo que estaba sucediendo, por jugar algunas habĂan agarrado al . para jugar al fĂştbol, no le gustaba mucho al . pero es un fanático consumado del juego asĂ que acepta y se divierte haciĂ©ndola de balĂłn. La v, la i y la a están haciendo barras en el costado de la cancha que han hecho con los la H y como arcos han usado a los [].
El 6 liderando a los números y algunos signos están cerca de las letras y los demás signos. Los acechan desde las sombras y en el momento de mayor distracción atacan a las indefensas letras que se sorprender y empiezan a correr. El 0 empieza a rodar sobre la j, la i y la t, donde se queda atascado pero el 8 viene y lo empuja hasta que sale y sigue aplastando a las demás letras. Los ( ) se esconden detrás de los [] esperando que los confundan con palos un poco encorvados pero no se escapan de la vista del = que los ve.
- ¿Esos son rectos? ¡Claro que no! ¡Ahora si van a ver!
Les lanzo a los : amarrados con el 1 que atrapo a los () y los [] y sin que nadie se hubiera dado cuenta ahĂ tambiĂ©n estaban atrapados los { }. Los gemelos > y < se juntaron y se pararon haciĂ©ndose pasar por la M y atrapando a varias letras en trampas que habĂan puesto. Todo era un caos, letras y signos que las acompañan corriendo y escapando, los nĂşmeros y los signos que los acompañan atacándolos y atrapándolos… hasta que todo quedĂł en silencio. - Ahora si que han aprendido la lecciĂłn ¡Somos muy fuertes! No pueden con nosotros… a ver tu + anda y suma cuántos rehenes tenemos, - mira nuestras bajas, / espĂa a los que quedan y piensa como podemos dividirlos y * analiza nuestra situaciĂłn y formula un plan con % para poder multiplicar en un mayor porcentaje nuestras fuerzas… ¡Nos apoderaremos de todos! Al terminar el 6 los sĂmbolos se pusieron a hacer las tareas encomendadas mientras los nĂşmeros descansaban tranquilamente y > y < se jactaban y le contaban al resto de sĂmbolos como habĂan engañado a las letras, haciĂ©ndose pasar por la M.
Las letras estaban muy desmoralizadas, los sĂmbolos que las acompañan estaban esparcidos por todos lados pero poco a poco se estaban reenciendo. No sabĂan que hacer, los habĂan agarrado de sorpresa y poco a poco estaban uniendo las piezas para saber que pasaba. La w, la a y la r d decĂan que era la guerra, pero la p, tambiĂ©n la a tan ambigua y la z decĂan que no podĂa ser. Es cuando la L empezĂł a hablar.
- Es posible que estemos ahora en guerra contra los nĂşmeros y los sĂmbolos que los acompañan, es posible que no sea eso pero lo que si es una realidad es lo que haremos ahora… estoy seguro de que es el 6 quien los lidera, es tan ambicioso ese 6.
La o se animo con el discurso que dio la L y empezĂł a organizar a las letras y sĂmbolos que quedaban. Empezaron primero reuniendo a los que estaban perdidos, en esa tarea es cuando atraparon a / haciĂ©ndose pasar por parte de la V para acercarse al grupo y saber lo que tramaban. Es asĂ como supieron el plan del 6 y de todo el arsenal que disponĂa y entre ellos el más fuerte de todos el 0.
Encerraron a la / entre la M y la W para que no escapara, las demás letras que quedaban se empezaron a armar con lo que podĂan y encontraban, cuando la L una vez más hablĂł.
- ¡Mañana al amanecer atacaremos a los nĂşmeros y sus compinches sĂmbolos! Lo siento sĂmbolos pero ellos nos atacaron y saben que tenemos que defendernos
Les dijo a los sĂmbolos que los acompañaban, entre ellos estaban la , , el . , el ¡, el Âż y las “. Y la L continuĂł.
- Pero esto no lo podemos dejar asĂ, es necesario que nos hagamos respetar y que sepan que no pueden atacarnos asĂ nada más por un pequeño chiste…
Todas las letras elevaron sus gritos y esperaron al amanecer. El 6 sabĂa del ataque ya que la / habĂa podido burlar a sus guardianas diciendo que era la y que se habĂan equivocado. Se prepararon todos para la mañana siguiente.
El sol salio y con el todos los nĂşmeros y los sĂmbolos que los acompañaban estaban por el este. Las letras y los sĂmbolos que las acompañaban por el oeste. Ambos bandos se miraron y bajo la orden de la L y el 6 atacaron. La lucha fue terrible y grande, era un mar de tinta negra, de . y de rayones sin sentido. La Ă‘ parecĂa ahora N, el 8 ahora parecĂa un 3, la P parecĂa un 9 y el 7 parecĂa T, todos atacaban casi a cualquiera ya que no se reconocĂan. Los sĂmbolos eran los más confundidos ya que no sabĂan quienes eran de su bando y quienes no y se fueron apartando todos juntos de la pelea a un lado dejando solo a un par rezagados que seguĂan peleando.
Finalmente quedo la L y el 6 cara a cara, con unos cuantos aliados cerca de cada uno. Entre ellos la O, la G, la E, el 1 quien habĂa iniciado todo, el poderoso 0, la *, el ^ y el -.
- AsĂ que nos encontramos 6, finalmente… mira lo que ha causado tu sed de poder… pero esto queda aquĂ… ¡Mis hermanos ataquen!
- ¡Ataquen mis valientes números! – dijo el 6
Empezaron a correr un grupo contra el otro, hasta que chocaron y se esparcieron, se levantaron e iban a empezar a golpearse una vez mas y…
- ÂżSeñor? Señor… usted, sĂ… usted… ÂżMe podrĂa dar la respuesta a la pregunta que hice?
- Mmmm…. Este… ¿Seria?... LOG 6*10^-E
- … es correcto señor, entonces como dijo su compañero…
hubiera quedado mejor, pero vale espero les guste mi cuento Estoy escuchando lo que el docente me dice, entiendo gran parte de lo que habla pero hay algo mas que esta sucediendo. Lentamente siento la monótona voz cada vez más lejana, más distante y ajena a mà y la luz se va tornando oscuridad y de nuevo puedo ver la luz iluminarme una vez más.
Puedo ver como los nĂşmeros van corando vida y las letras van adquiriendo movimientos. La i al estirarse y sin querer golpeĂł a la o con el punto, la o esta enojada y rueda sobre la i, que queda tendida en el suelo por el peso de la o.
La j y la a al ver esto se ponen a reĂr, esto no le gusto a la i que agarro el punto y se lo lanzĂł a la j, le dio al punto y la j ahora se ve como un 1 mal hecho. Todos rĂen y la j1 mal hecha se empieza a burlar. De más allá el 1 ve como se están burlando de el y se enoja, reĂşnen a todos los nĂşmeros.
- No puede ser posible que se estén burlando asà de nosotros las letras… tenemos que hacer algo… ¡Esto es guerra!
Viene el 2, siempre tan pacĂfico y volando por las nubes. Habla con los nĂşmeros.
- No hermanos… no debemos hacer la guerra, a sus risas y ataques respondamos con amor. Sean coherentes no ganamos nada atacándolos, amemos a nuestros semejantes. Paz y amor hermanos, paz y amor…
- ¿Paz y amor? ¡Eso no funciona! ¡A sus insultos respondamos con ataques! ¡Que sepan quienes somos nosotros los números y signos!
El 6 habĂa hablado y su mellizo el 9 estaba de acuerdo, el 4 con el 8 le daba el viva mientras el 0 no sabĂa que hacer ya que su prima la o estaba en el otro lado. Es cuando el = empieza a juntar a los : para poder empezar el ataque. El + junto con el -, el / y la * se arrinconan detrás del igual por si sucediera algo y para poder controlarlo, “A veces se descontrola con los : y se iguala terriblemente “decĂan.
Las letras no sabĂan nada de lo que estaba sucediendo, por jugar algunas habĂan agarrado al . para jugar al fĂştbol, no le gustaba mucho al . pero es un fanático consumado del juego asĂ que acepta y se divierte haciĂ©ndola de balĂłn. La v, la i y la a están haciendo barras en el costado de la cancha que han hecho con los la H y como arcos han usado a los [].
El 6 liderando a los números y algunos signos están cerca de las letras y los demás signos. Los acechan desde las sombras y en el momento de mayor distracción atacan a las indefensas letras que se sorprender y empiezan a correr. El 0 empieza a rodar sobre la j, la i y la t, donde se queda atascado pero el 8 viene y lo empuja hasta que sale y sigue aplastando a las demás letras. Los ( ) se esconden detrás de los [] esperando que los confundan con palos un poco encorvados pero no se escapan de la vista del = que los ve.
- ¿Esos son rectos? ¡Claro que no! ¡Ahora si van a ver!
Les lanzo a los : amarrados con el 1 que atrapo a los () y los [] y sin que nadie se hubiera dado cuenta ahĂ tambiĂ©n estaban atrapados los { }. Los gemelos > y < se juntaron y se pararon haciĂ©ndose pasar por la M y atrapando a varias letras en trampas que habĂan puesto. Todo era un caos, letras y signos que las acompañan corriendo y escapando, los nĂşmeros y los signos que los acompañan atacándolos y atrapándolos… hasta que todo quedĂł en silencio. - Ahora si que han aprendido la lecciĂłn ¡Somos muy fuertes! No pueden con nosotros… a ver tu + anda y suma cuántos rehenes tenemos, - mira nuestras bajas, / espĂa a los que quedan y piensa como podemos dividirlos y * analiza nuestra situaciĂłn y formula un plan con % para poder multiplicar en un mayor porcentaje nuestras fuerzas… ¡Nos apoderaremos de todos! Al terminar el 6 los sĂmbolos se pusieron a hacer las tareas encomendadas mientras los nĂşmeros descansaban tranquilamente y > y < se jactaban y le contaban al resto de sĂmbolos como habĂan engañado a las letras, haciĂ©ndose pasar por la M.
Las letras estaban muy desmoralizadas, los sĂmbolos que las acompañan estaban esparcidos por todos lados pero poco a poco se estaban reenciendo. No sabĂan que hacer, los habĂan agarrado de sorpresa y poco a poco estaban uniendo las piezas para saber que pasaba. La w, la a y la r d decĂan que era la guerra, pero la p, tambiĂ©n la a tan ambigua y la z decĂan que no podĂa ser. Es cuando la L empezĂł a hablar.
- Es posible que estemos ahora en guerra contra los nĂşmeros y los sĂmbolos que los acompañan, es posible que no sea eso pero lo que si es una realidad es lo que haremos ahora… estoy seguro de que es el 6 quien los lidera, es tan ambicioso ese 6.
La o se animo con el discurso que dio la L y empezĂł a organizar a las letras y sĂmbolos que quedaban. Empezaron primero reuniendo a los que estaban perdidos, en esa tarea es cuando atraparon a / haciĂ©ndose pasar por parte de la V para acercarse al grupo y saber lo que tramaban. Es asĂ como supieron el plan del 6 y de todo el arsenal que disponĂa y entre ellos el más fuerte de todos el 0.
Encerraron a la / entre la M y la W para que no escapara, las demás letras que quedaban se empezaron a armar con lo que podĂan y encontraban, cuando la L una vez más hablĂł.
- ¡Mañana al amanecer atacaremos a los nĂşmeros y sus compinches sĂmbolos! Lo siento sĂmbolos pero ellos nos atacaron y saben que tenemos que defendernos
Les dijo a los sĂmbolos que los acompañaban, entre ellos estaban la , , el . , el ¡, el Âż y las “. Y la L continuĂł.
- Pero esto no lo podemos dejar asĂ, es necesario que nos hagamos respetar y que sepan que no pueden atacarnos asĂ nada más por un pequeño chiste…
Todas las letras elevaron sus gritos y esperaron al amanecer. El 6 sabĂa del ataque ya que la / habĂa podido burlar a sus guardianas diciendo que era la y que se habĂan equivocado. Se prepararon todos para la mañana siguiente.
El sol salio y con el todos los nĂşmeros y los sĂmbolos que los acompañaban estaban por el este. Las letras y los sĂmbolos que las acompañaban por el oeste. Ambos bandos se miraron y bajo la orden de la L y el 6 atacaron. La lucha fue terrible y grande, era un mar de tinta negra, de . y de rayones sin sentido. La Ă‘ parecĂa ahora N, el 8 ahora parecĂa un 3, la P parecĂa un 9 y el 7 parecĂa T, todos atacaban casi a cualquiera ya que no se reconocĂan. Los sĂmbolos eran los más confundidos ya que no sabĂan quienes eran de su bando y quienes no y se fueron apartando todos juntos de la pelea a un lado dejando solo a un par rezagados que seguĂan peleando.
Finalmente quedo la L y el 6 cara a cara, con unos cuantos aliados cerca de cada uno. Entre ellos la O, la G, la E, el 1 quien habĂa iniciado todo, el poderoso 0, la *, el ^ y el -.
- AsĂ que nos encontramos 6, finalmente… mira lo que ha causado tu sed de poder… pero esto queda aquĂ… ¡Mis hermanos ataquen!
- ¡Ataquen mis valientes números! – dijo el 6
Empezaron a correr un grupo contra el otro, hasta que chocaron y se esparcieron, se levantaron e iban a empezar a golpearse una vez mas y…
- ÂżSeñor? Señor… usted, sĂ… usted… ÂżMe podrĂa dar la respuesta a la pregunta que hice?
- Mmmm…. Este… ¿Seria?... LOG 6*10^-E
- … es correcto señor, entonces como dijo su compañero…