Bueno voy a comenzar a hacer mis journals... no voy a decir nada en particular, solo contarles mi viaje por el mundo...
Cuando iba a comenzar mi viaje agarre mi mochila de Hellsing... le meti unos lapices, unas hojas un cuadernito de hojas cuadriculadas con guillermo vilas guiñando un ojo en la tapa (de 60 hojas y amarillentas) y una docena de suculentos sanguches de miga..., sali a la puerta con mi brujula en mano... salude al peluquero de enfrente de mi casa y me puse a pensar si iria hacia el suro o hacia el norte o hacia oeste o este... estaba jodido... muy jodido... pasaron 3 horas y yo sin decidirme... ya tenia sed... y hambre... me clave la docena de sanguchitos de miga. El sol me tapaba la vista, debi haber traido una gorra, como quien no quiere la cosa me puse al costado de un arbol, entonces me di cuenta que me habia bajado mis provisiones, asi que cruce de nuevo y entre a mi casa, esta vez agarre mas cosas (no se olviden que seguia en la puerta de la peluqueria pensando). Decidi ir hacia el norte tal vez desviandome un poco y empece a patear (es sabido mundialmente q no se andar en bicicleta, y no me causa ninguna verguenza decirlo, soy la unica persona en la historia de la tierra que olvido como hacerlo, pero esa es otra historia que no viene al caso...) comence a patear, para mi sorpresa note q tenia bastante velocidad... luego de caminar bastante sali de la Capital Federal, no tenia reloj asi que no podria decirles cuanto tarde, pero ya era de noche. Habia salido de mi ciudad. Por suerte no hacia ni calor ni frio asi que dormi barbaro, si tenia suerte el clima iria a mi favor al rededor del mundo, cosa que era imposible, pero yo era feliz pensandolo. Al otro dia emprendi de nuevo mi viaje y encontre a un hombre... Juan Carlos Peletieri... buen hombre, me invito a comer a su casa y me conto que ya me encontraba cerca de la punta de Brazil... (se preguntaran como hice... resulta que sin querer puse mi bolsa de dormir sobre un grupo de hormigas inmigrantes que me llevaron unos cuantos kilometros mientras yo dormia, por suerte eran amistosas) Juan Carlos tenia 34 hijos, todos de madre distinta, pero todas las madres vivian con el, lo que hacia un total de 69 personas, 70 conmigo. Cualquiera creeria que era malo tener tantos hijos y mujeres pero no! gracias a eso su granja funcionaba perfectamente bien ya que todos trabajaban en ella y muchos desempeñaban alguna labor, yo por mi parte solo le use el baño y le gaste comida, pero le deje un par de hormigas que habian quedado atrapadas en mi bolsa de dormir, y parecio feliz.
Al otro dia decidi emprender mi viaje completamente renovado... habia tenido mucha suerte hasta ahora, pero esa mañana Juan Carlos me comento que habian seres extraños por la zona, y me dio una espada y una ocarina, yo no tenia mas hormigas asi que por verguenza le dije gracias y me fui corriendo, que estupido podria haberle preguntado a que se referia... probe tocar la ocarina... pero era malisimo. Y por hoy hasta aqui llega mi historia, me gustaria que alguien la siga a ver hasta que llego...
Este es Juan Carlos
